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Estimado Shaij, hay muchas especulaciones con respecto a su
conocimiento del árabe y sobre su educación islámica. Usted suele decir
que es una persona que tiene un conocimiento modesto, pero tus libros
dicen lo contrario. Entonces, ¿cuál es la realidad?
Me
refiero a lo que digo. Todo lo que escribo tiene su origen en los
libros de grandes eruditos musulmanes. Ninguno de ellos afirmo ser una
persona de gran conocimiento. Mis palabras no pueden dañar a nadie. El
valor de un hombre se mide por sus obras y no por sus palabras. Lee los
libros y forme su propia opinión.
El Profeta Musa
(Moisés) no tenía ni idea de la sabiduría oculta en las extrañas cosas
que hizo el profeta Jidr. Condenó las acciones de Jidr ya que parecían
no estar de acuerdo con la Sharia. En respuesta, Jidr le explicó por qué
había dañado el barco en el que habían estado sentados: «Yo quería
[hacer un agujero en el buque]». Entonces el Todopoderoso le preguntó:
«¿Quién eres tú para decir "Yo quería"?». Jidr se arrepintió de estas
palabras.
Fíjese cómo al Todopoderoso le desagrada la
palabra YO. Esta es la primera palabra pronunciada por Iblis después de
que Dios le ordenó adorar a Adán. Se negó al decir: «Soy mejor que Adán y
tengo un rango más alto que éll». El faraón se volvió hacia los magos
cuando creyeron en la profecía de Musa, y les dijo: «Yo les colgaré en
un árbol de dátiles». ¿Cómo puede un musulmán justo, consciente de que a
Dios le desagrada el ego egoísta, afirmar que posee un "real"
conocimiento?. El Corán y los Hadices, en consecuencia, condenan el
egoísmo y la autoexaltación. ¿Es tan sorprendente que no desee hablar
sobre mis logros académicos?.
Es mucho mejor que las personas puedan hacer sus propios juicios sobre mí persona.
En
resumen, no sé en qué estado me presentaré ante Al.lâh en el Día del
Juicio Final. Pero en este mundo, cualesquiera que sean mis pecados y
méritos, soy protegido y querido por Al.lâh. Le digo esto para explicar
que he amado la disposición gentil y el buen temperamento desde mi
niñez, y he optado por mantener estos rasgos en mi vida adulta. Más
tarde (cuando me familiaricé con el mundo de la ciencia) me di cuenta
que la modestia no es un rasgo muy típico de los eruditos modernos a
pesar de su conocimiento de la Sharia y de la tariqat. El Corán contiene
una aleya con el siguiente significado: «Al.lâh el Todopoderoso le da
sabiduría a su esclavo. Una persona que está dotada de sabiduría está
dotada de bendiciones». Esta sabiduría no es reconocida por aquellos que
se sienten atraídos por los placeres mundanos; por aquellos que no se
beneficiarán de las enseñanzas del Corán. ¿Qué es la sabiduría? La
sabiduría es la luz del conocimiento de Dios que Él derrama sobre Sus
siervos escogidos. Esta luz divina no puede ser explicada por la razón
ni por la lógica; en verdad, el Señor otorga sabiduría a Sus amados
esclavos. En otras palabras, el sabio es el esclavo de Al.lâh, que
evalúa sus obras con su razón y, en consecuencia, toma la decisión
correcta.
¿Quiénes son los sabios?. Los sabios son
aquellos que no están satisfechos con los estudios superficiales, sino
que penetran en la profundidad y llegan al núcleo. Intentan seguir el
camino de los profetas. Comenzando por el conocimiento superficial,
penetran más profundamente hasta que alcanzan la luz divina y se dan
cuenta de que esta luz no puede darse a nadie, excepto a aquellos a
quienes Dios se las otorgó. Hay una aleya en el Corán que dice lo
siguiente: «Nadie puede comprender la esencia del Corán ni ver su luz,
ni creer en ella ni comprenderla, a no ser por la voluntad de Dios.
Nadie más puede ayudarlo».
Para ver la luz divina y
comprender el significado del Corán, es necesario seguir al Profeta y
observar su Sunna. Pero esto es imposible para una persona que rechaza
pronunciar un saludo para el Profeta y que no cree en la posibilidad de
la presencia espiritual del Profeta, considerando que esto es
politeísmo. Es verdad también que Dios puede otorgar conocimiento sobre
Sus esclavos elegidos que no tienen educación.
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Los medios generalmente estiman el número de sus murids entre 6 y 600
mil. ¿Qué tan preciso es este número y puede este representar una
amenaza para el estado?
Se
debe tener una buena razón para hacer afirmaciones de que represento
una amenaza para el estado. Si alguien está pensando que el número
creciente de mis murids es una amenaza en sí mismo, está totalmente
equivocado.
Mis
adversarios que intentaron derrocar al gobierno (atacando y ocupando la
Casa del Gobierno de Makhachkala o invadiendo Daguestán) no escribieron
ni un solo artículo en ese momento. Ahora llegaron a la conclusión de
que represento una amenaza para la seguridad pública. Si realmente amas
tu tierra natal, puedes ver por ti mismo quiénes son los autores de las
publicaciones actuales. Afirman que yo dirijo campos de entrenamiento
con sicarios y que tenemos armas. Si esto es así, permitan que las
autoridades responsables las encuentren y me castiguen. Además, los
seguidores de tariqat no son propensos a la lucha y a la discordia; por
el contrario, resisten la propagación de la enemistad. Si alguien duda
de mis palabras, él personalmente puede familiarizarse con mi enseñanza o
preguntar a mis alumnos. Mis alumnos son accesibles: viven en ciudades y
pueblos; ninguno de ellos está huyendo o escondiéndose. Recibo a todas
las personas que vienen a visitarme a mi casa. No tengo ningún secreto y
no rechazo a nadie que venga a verme. Dejen que los periodistas que
escriben cosas increíbles sobre mí también vengan. Nos sentaremos y
hablaremos como hombres y ellos descubrirán cuál es la verdad. Si no,
déjalos continuar escribiendo sus mentiras. Sus locas suposiciones no
tienen nada que ver con la verdad, pero soy inocente ante Dios y la
gente; a los que difunden mentiras tendrán que hacerse cargo; ¡que no
los olviden! Aún más, uno debe saber que no importa si escriben algo o
no, la predestinación de Al.lâh se cumplirá.
Las
controversias que aparecieron durante el colapso de la URSS también
existieron mientras esta se establecía. Siempre ha habido desacuerdos
entre los eruditos musulmanes, ¡que Al.lâh los convierta en habitantes
del Paraíso! Pero Sayfullah-Qadi y Hasan-Effendi llamaban abiertamente a
todos los pueblos de Daguestán a la paz. Eran personas de castidad que
nunca habían perseguido un deseo egoísta. Sus palabras y hechos fueron
todos por el bien de Dios.
Shaij
Sayfullah-Qadi era conocido como al-qutb al-mastur, una persona cuyo
nivel espiritual es incomprensible para la gente común. Nadie conoce el
estado espiritual de los padres mejor que sus hijos, y así yo (como su
hijo espiritual) puedo decir la verdad sobre ellos. El chisme de la
gente acerca de sus maestros espirituales es como la calumnia difundida
sobre mí.
Cuando
Sayfullah-Qadi se alojaba en la aldea de Verkhneye Kazanishche, le
habló a la comunidad: "Hijos míos, los bolcheviques están por venir.
Pongan banderas blancas por todas partes en la aldea y no se resistan".
Los musulmanes obedecieron sus palabras y resultó ser la decisión
correcta. También soy un hijo espiritual de Sayfullah-Qadi y de
Hasan-Effendi. Es por eso que seguiré los pasos de mis padres
espirituales en lugar de llamar a las personas a la confrontación. Este
es nuestro camino.
En
cuanto al número de mis alumnos, no sé la cifra exacta y tampoco
necesito saberla. Cualquier funcionario estatal se esfuerza por aumentar
el número de sus seguidores y obtener algún beneficio. Esta práctica se
originó en la antigüedad y no estoy acusando a nadie de nada. No
dependo del número de mis seguidores y no trato de aprovecharme de
ellos. No soborno, no uso trucos, no prometo ninguna ventaja material o
amenazo a nadie que lo obligue a ser mi alumno. Todos ellos vienen a mí
por su propia voluntad tratando de conocer a Al.lâh. Mi tarea es
reunirme con ellos y enseñarle a realizar el wird (un conjunto
específico de actos de adoración para recitar o realizar). Un maestro
espiritual no debe ser propenso a buscar estudiantes.
Un
maestro espiritual no debe de ser propenso a buscar estudiantes. Los
maestros que buscan estudiantes son como fruteros que buscan clientes.
Por el contrario, un joyero permanece en su tienda y espera a que los
clientes acudan a él.
Le
doy un ejemplo, si un pastor solo piensa en cómo ganar dinero por cada
oveja de su rebaño, intentará aumentar el número de estas. Un buen
pastor por el contrario se preocupa si el número aumenta, porque es más
difícil cuidar adecuadamente a una gran manada. No soy un pastor que
trabaja por dinero. Es por eso que no estoy tratando de aumentar el
número de mis alumnos. No busco honor y poder; mi único objetivo es el
placer de Al.lâh.
- Respetado Shaij, ¿tiene derecho por su rango espiritual a decidir a quién recibir y a quién no?
Los
shuyuh y los médicos tienen una profesión similar. Al final de sus
estudios, los médicos juran no hacer diferencia entre un amigo y un
enemigo. Es por eso que nuestros ancianos nos instruyen que no
rechacemos la ayuda a nadie. Mi maestro solía decirme: "No llames a la
gente [para que se una a tariqah] y no los rechaces cuando vengan". Los
médicos no tratan a todas las personas con el mismo medicamento; ellos
eligen la medicina de acuerdo a las enfermedades. De manera similar, los
maestros espirituales asignan a sus murids ejercicios de acuerdo con su
estado mental y espiritual. Una persona que puede realizar una tarea
fácil obtiene una tarea fácil; una persona, que puede lograr realizar
una tarea difícil, obtiene una más exigente. Los médicos no pueden curar
a todos los pacientes: algunos deben regresar a casa, otros mueren en
el hospital. Un maestro espiritual no puede guiar a su alumno si este
último no es guiado por Dios. Alguien se convertirá en un buen
estudiante, otro solo se llamará así mismo (sufí) sin ningún beneficio,
un tercero se unirá a los Wahhabis. No todos los pacientes son iguales:
uno optará por seguir a cabalidad todas las prescripciones, siendo un
paciente querido por su médico; otro no escuchará los consejos del
médico y no tomará el medicamento recetado; el tercero huirá del
hospital. De este modo, la recuperación de un paciente depende en gran
medida de sus propias acciones. De manera similar, depende de un
estudiante si puede sacar provecho de los estudios en una tariqat.
La
misión de los médicos es servir a las personas. Esta es también la
misión de los maestros espirituales. Pero no se debe hacer para obtener
beneficios como dinero o sirvientes. Es por eso que el maestro no adula a
su alumno sino que lo pone a prueba. Sin mencionar que con esa actitud,
el maestro termina con menos estudiantes, ya que la mayoría de ellos no
pasa la prueba.
De
ese modo, el maestro espiritual es como un caballo que se le regala a
una persona. Alguien puede usarlo para traer troncos, otro para traer
heno, un tercero lo llevará al molino, un cuarto lo cargará pesadamente,
un quinto cabalgará sobre su espalda.
Un
maestro espiritual también se puede comparar con un empresario de
pompas fúnebres a quien se le ordena llevar a los muertos al cementerio
sin costo. ¿A quién le gustaría tener un trabajo como este? ¿Esta
funeraria pediría más muertos? No piensen, queridos hermanos, que un
"maestro espiritual" solo está ocupado con una amonestación solemne. De
hecho, él está a cargo de muchas cosas. ¡Que Dios tenga piedad de mí, de
todos los murids y de todas las personas justas!».
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Shaij, algunas personas se quejan de que sus discípulos cometen
acciones reprobables. La gente termina acusándole ya que eres usted es
su maestro. ¿Usted puede obligarlos a comportarse bien?
La
sharia obliga a cada persona a no traspasar los límites de lo
permitido. Si un musulmán no es un murid, no significa que se le permita
violar la Sharia. La Tariqat purifica y decora la Sharia. Es por eso
que un murid debería ser modelo para los demás. Pero los murids no
pueden ser santos, no son ángeles. Por muy grandes que sean estas
personas justas, casualmente cometen pecados; no es sorpresa que un
Murids cometa un pecado.
Imaginese
que hay dos personas enfermas: una de ellas fue al médico y obtuvo su
receta; el otro no fue al médico y no pudo recuperarse de una enfermedad
grave. La segunda persona es como alguien que no tiene un maestro
espiritual y no sigue una tariqat. Un murid al menos hace un esfuerzo
por protegerse del pecado, y aunque todavía puede cometer un pecado, se
arrepiente de inmediato y se purifica por su arrepentimiento. Este rasgo
de carácter es altamente recomendado por la Sharia y Al.lâh tendrá
misericordia de esa persona. Esta es una gran alegría para un creyente,
ya que los pecados de la gente del pasado no pudieron ser lavados por su
arrepentimiento.
Si
la responsabilidad por los errores y la mala conducta se transfiere al
maestro espiritual, esto puede considerarse como falta de fe en el Corán
y en los Hadices. El Profeta no pudo guiar a su tío Abu Lahab. Muchas
ayahs del Corán dicen: «Tú no puedes dirigir a quien amas. Al.lâh es,
más bien, Quien dirige a quien Él quiere. Él sabe mejor que nadie
quiénes son los que siguen la buena dirección».
El
Profeta dijo: «Si pudiera guiar a las personas, habría guiado a todas
las personas a abrazar el Islam, y si Shaytan pudiera llevar a todas las
personas por mal camino, no habría dejado un solo musulmán». Si el
maestro es acusado por cada murid fracasado, significa esto que el
médico no debe atender a cualquier paciente que no pueda recuperarse.
¿Es justo? El Shaij Hasan-Effendi dijo: «El pecado de un murid es como
el estiércol de un jardín. El siervo de Dios encuentra placer en sí
mismo cuando está libre de pecados».
Otro
ejemplo es una gran familia con muchos hijos. El padre educa a todos
sus hijos por igual. Pero, ¿qué debería hacer si algunos de ellos se
portan mal? Si el padre no hubiera enseñado a sus hijos el
comportamiento correcto, habría sido culpable. Pero, de hecho, sí se los
enseñó a sus hijos. Por mal que su hijo pueda comportarse, incluso si
comete un crimen o se convierte en asesino de una persona inocente, el
padre no puede rechazar a su hijo. Esta es la misericordia del padre con
sus hijos. Un maestro espiritual y sus discípulos son como un padre y
sus hijos. Pero no crea que un maestro es una persona que reúne a su
alrededor asesinos y ladrones. Si un estudiante está involucrado en
algunas actividades malas, automáticamente se distancia de su maestro
hasta que se reconcilie con su acusador. Los maestros espirituales son
puros de corazón y no aceptan el más mínimo compromiso cuando se trata
de injusticia.
El
Shaij Muhammad al-Bujari dijo: «La puerta de mi tariqat está abierta
incluso para una persona que comete adulterio dentro de la Kaaba». Hay
otros pecados que separan al siervo de su Señor como no observar la
oración y el ayuno. La persona ayuna pero no reza o viceversa. En el
Monte Líbano hay una planta que produce frutos que no se pueden detectar
a simple vista. Cualquiera que hiera el corazón de otra persona,
incluso si el tamaño de la herida es tan pequeño como la fruta de esta
planta no merecerá mi tariqat. ¡Mira cuánto valor tienen todos los
problemas humanos para Dios! Por lo tanto, mientras un hombre no perdone
a su ofensor, este no será perdonado por Al.lâh. Los shuyh siguen el
camino de Allah y siguen a Su Profeta. Por esta razón, mis hermanos, las
acusaciones de maestros espirituales debido a sus murids "mal educados"
no tienen fundamento por ley y razón.
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Últimamente la gente habla a menudo acerca de una cierta avaricia
espiritual de la Junta de Musulmanes de Daguestán en sentidos tanto
políticos como religiosos. ¿Cuánto es posible en el Islam poner énfasis
en una sola nacionalidad?
El
Islam está en contra de dividir a las personas en nacionalidades; por
el contrario, el Islam nos insta a la unión. ¿Cómo puedo entonces
dividir a las personas según sus nacionalidades?. Un verdadero creyente
no puede dividir a las personas en nacionalidades, ya que esto es
rechazado por Al.lâh y Su Profeta. Si lo hace, su fe islámica es
deficiente. El compañero del profeta Salman era persa. El Profeta dijo
sobre él: "Salman es una de los nuestros, él es de mi Umma". El Profeta
tenía muchos grandes compañeros entre los Ansar y los Muhajirin, por
ejemplo, en la silsila Naqshbandi la sucesión del derecho de transmitir
la tariqat pasa de Abu Bakr a Salman.
La
Sharia nos enseña a buscar a una persona digna en cada asunto sin tener
en cuenta su nacionalidad. La primera persona encargada de llamar a
Adhan por el Profeta Muhammad fue Bilal, un antiguo esclavo de origen
etíope. Y, sin embargo, en todo momento ha habido suficientes personas
para difundir la discordia e incitar conflictos. Las disputas entre las
diferentes nacionalidades estuvieron presentes desde la creación del
mundo y continuarán no porque Sharia (supuestamente) lo enseñe, sino
porque la gente se ha vuelto más ignorante. ¡Esto es una pena para los
musulmanes! Por ejemplo, ¿qué se debe decir con respecto a la
segregación de etnias en Daguestán? ¿No hay suficientes ávaros viviendo
codo a codo con gente de Dargin, Kumyk, Lezgin y Lak? ¿No hay
suficientes matrimonios?
Cuando
reflexiono sobre este tema, no encuentro nada que avale dicha idea.
Entre mis murids que amo como mis propios hijos, hay personas de Dargin,
Kumyk, Lak, Lezgin, Chechenia y otras etnias. De hecho, todas las
nacionalidades están presentes y todos estamos unidos por el Islam.
Todos buscan su entorno y persiguen sus intereses, nadie pregunta por la
nacionalidad.
Todos
los que visitaron mi casa pueden confirmar que no juzgo a las personas
por sus nacionalidades. Puedes preguntarle a cualquiera. Gracias a
Al.lâh, no soy ese tipo de persona.
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Los medios a menudo mencionan que hay muchos shuyuh en Daguestán. Al
mismo tiempo, uno tiene la impresión de que existe una especie de
enemistad entre estos shuyuh y entre sus alumnos. ¿Experimenta
personalmente sentimientos hostiles hacia alguno de ellos?
Hay
personas que se apresuran a informarme cuando apareció un nuevo shaij.
No sé qué objetivo persiguen al hacerlo. ¿Quieren saber mi opinión o
sienten alegría porque apareció un nuevo shaij? No lo sé. Siempre les
digo: permitan que esas personas existan en todas las aldeas. De hecho,
su aparición hará que mi carga sea más ligera.
Enseño
constantemente a mis alumnos a no involucrarse en disputas con los
murids de otros shuyuh y con otras personas en general; a su vez, se
supone que deben enseñar a sus murids el mismo principio. Nunca me
siento celoso de otros shuyuh, ni tengo tiempo para esto, ni lo
necesito. ¡Si la gente supiera que uno no puede lograr nada a través de
los celos y las discusiones, especialmente hoy en día ...! Todos tienen
el derecho de encontrar un maestro que se adapte a ellos, pero el
maestro será responsable de todo lo que enseñe a sus murids; por eso es
mejor que los murids guarden silencio y practiquen lo que se les enseña.
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Respetado Shaij, hay rumores en el aire de que algunos de sus murids
son miembros del gobierno de Daguestán y estadistas prominentes....?
Un
murid es una persona que recibe un wird, una tarea relacionada con la
tariqat. Cuando alguien viene a mí por primera vez, le pregunto: "Amigo
mío, ¿cuál es el objetivo de tu visita? ¿Deseas obtener un wird o
simplemente vienes de visita?" (Algunas personas vienen por diferentes
razones.) Si él dice que quiere recibir un wird, yo le enseño y se
convierte en un discípulo. Si dice que vino de visita, le doy cuentas de
oración; a veces agrego una broma "Cuando seas mayor también te daré
una wird". Luego escucho lo que me dicen sobre el objetivo de su visita.
La mayoría de las veces quieren un consejo sobre algún medicamento, o
desean pedirme que escriba palabras para un amuleto o que haga una dua
por una persona enferma. Hago duas, pero no soy un experto en medicina y
amuletos, por esta razón el envío a aquellos que pueden ayudar con eso.
A
veces recibo visitas de personas o incluso grupos que quieren ver a un
shaij y aprender qué es la tariqat. También les regalo cuentas de
oración (si es que tengo alguna) y les digo: "No se apresuren a tomar
bayat en la tariqah. Tómense el tiempo para pensar su decisión. Es mejor
no tomar un wird en absoluto, que no observarlo". No se preocupen si
solo quieran ser como los demás. Pero si llegana la conclusión de que lo
necesitan y pueden diferenciar lo correcto de lo incorrecto, entonces
pueden tomar el wird. Entonces, si una persona dice:" Sí, quiero tomar
una wird, se lo enseño. Puede ocurrir que cierta persona me visite
varias veces antes de que decida iniciarse en la tariqah. Los shuyuh de
tariqah comparan a una persona que los visita varias veces y no tomaron
un wird, con una persona que fue a La Meca y no realizó el Hajj. Por lo
tanto, es mejor tomar una decisión antes con respecta a tomar la tariqah
y luego venir.
Cuando
hablas de funcionarios del estado, también he sido visitado por ellos,
pero no han tomado una wird y no pueden ser considerados mis alumnos.
Sus visitas pueden tener diferentes propósitos. Por ejemplo, hace poco
en el pueblo Chirkey se celebró el 1000 aniversario, celebración que
incluía la ceremonia de apertura de una nueva mezquita y una escuela
islámica. A una reunión celebrada en la escuela asistieron
representantes del gobierno, de la administración local y periodistas.
Esta gente vino a visitarme. ¿Hay algo malo en eso? ¿Esta visita mina su
autoridad o debería sentir vergüenza de que me hayan visitado? Con su
visita quieren mostrar que aprecian el espíritu nacional de Daguestán,
nuestras tradiciones y su respeto por las personas. ¿Qué otra cosa puede
ser el propósito de esta visita? Francamente, cuando me visitan
personas de tan alto rango, me siento incómodo, pero aun así les
agradezco su visita. Puedo decir con certeza que empiezan a pensar mejor
de mí después de conocerme en persona porque la información que
escuchan sobre mí contradice la realidad.
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Algunos académicos en Rusia solían dividir el sufismo en dos
categorías: el "librero" (más educado) y el popular (para las personas
menos educadas). ¿Se podría decir que el sufismo de Daguestán
corresponde a la versión popular de este?. ¿Podría explicar qué es el
"librero" y el sufismo popular?
Tales declaraciones son
ridículas. Tal vez los académicos se refieren a las tariqas verdaderas y
a las falsas. Si practicamos la tariqat descrita en un libro, ¿esto la
hace verdadera?; si no, ¿es un tariqa falsa?. Hoy en Daguestán tenemos
tariqas "falsas" y "verdaderos". Hay tariqas enseñados por maestros y
tariqats sin maestros.
La persona que desea formarse una opinión
correcta sobre las tariqas debe tener un maestro, seguir sus enseñanzas y
ser capaz de sacar algo positivo de sí mismo. Si no cumple estos
requisitos, es como una persona que escribe un libro o le cuenta a otros
sobre lo que han escrito los profesores de medicina, a pesar de que él
nunca estudió bajo la guía de un profesor y nunca sintió el efecto de la
medicina
Es imposible describir la tariqa con palabras. Por
ejemplo, si alguien comienza a hablar sobre una fruta que nunca ha
comido, no puede conocer su verdadero sabor (si es dulce o agria). Cada
fruta tiene un sabor especial. Por supuesto, escribir un libro sobre la
tariqa es un signo de amor para los sufíes. Abu Yazeed al-Bistami dijo
que el amor por los sufíes hace que el hombre llegue al primer nivel de
los amados de Allah (awliya').
Un musulmán que ha experimentado la alegría de estar en el Islam nunca rechazará el sufismo.
- ¿Por qué se le presta tan poca atención al sufismo y a menudo se lo ve como algo negativo?
No
todos ven a las tariqas de forma negativa, pero aún hay muchas personas
que se oponen al sufismo. Este no es un fenómeno nuevo, desde siempre
el sufismo ha tenido rivales y oponentes.
La
mayoría no tiene idea de la verdad, solo se limitan a seguir a
envidiosos, hipócritas y mentirosos. Como una cuestión de principio, las
cosas no pueden suceder de otra manera, como dije, es una vieja
disputa.
La
disputa surge entre las sustancias (dharra) de las almas humanas
incluso antes de que las almas descienden a este mundo. Y es justamente
cuando desciende a este mundo, que esta disputa se expresa en forma
material. Cuando el Todopoderoso envió su luz sobre estas sustancias,
algunos pudieron percibirla, mientras que las otras no. Esto dio como
resultado que aquellos, que habían visto la luz, testificaron que allí
había luz, y aquellos que no la habían visto, afirmaron que no había
ninguna. "Y si ha habido Luz, - decían - la hubiéramos visto". Las
sustancias que han visto la Luz se han unido a la tariqat en este mundo,
y aquellos que no han visto la Luz, rechazan la tariqat y se rebelan
contra ella.
Cuando se habla de sufíes, no es correcto pensar que
pertenecen a algún tipo especial de personas. Son simplemente personas
justas con buenas intenciones y su único propósito en la vida es
complacer a nuestro Creador. Es por eso que uno no debería preguntarse
porque alguien está en contra de la tariqat.
Solo personas del
tipo mencionadas anteriormente pueden estar en contra de la existencia
de la tariqat. Sé que los creyentes justos me aman tanto como a sí
mismos, y yo los amo tanto como amo a mi familia. Traduccción. Yerko Isasmendi