martes, 26 de febrero de 2019

L'ésotérisme et la foi chrétienne : les raisons d'une incompatibilité



Hace poco más de un año en el blog masónico Hiram apareció una pequeña mención a la publicación del libro "L'ésotérisme et la foi chrétienne : les raisons d'une incompatibilité" escrito por el sacerdote Maurice Hounménou, especialista en liturgia pastoral. El libro en cuestión pretende demostrar la incompatibilidad entre la fe católica y el esoterismo, para lo cual, el padre Hounménou define el esoterismo occidental y rastrea su historia antes de mostrar lo que a su juicio se opone a la fe cristiana. Y ya que desde hace algún tiempo vengo centrándome justamente en el esoterismo cristiano, ya sea en conversaciones, traducciones o ensayos, pensé que era una buena idea traducir la reseña de Lucie Sarr que apareció en el sitio La CroixAfrica, y dejarles a ustedes opinar sobre si la tesis del sacerdote o su comprensión de lo que es el esoterismo es errada o no.

Para el sacerdote, el esoterismo es una forma de sabiduría que emana de una síntesis, de la religión, de la filosofía y de la ciencia. Según él, «el misticismo esotérico concibe al hombre como una deidad encarnada, es decir, una chispa divina dotada de una vibración que se refleja como un alma humana individualizada». Esta concepción se opone, de hecho, a la fe cristiana porque, según el significado esotérico, el fundamento de la revelación cristiana ya no sería la iniciativa providencial de Dios mismo, sino el impulso interno del hombre hacia  «una cima de luz que conduce a la nada de Dios». Un enfoque que, para el padre, no solo es reductivo al misterio de Dios sino también «escandaloso para la fe cristiana», ya que para los cristianos, en Jesús mora la plenitud de la divinidad.

El autor distingue, por otra parte, el conocimiento esotérico del conocimiento cristiano. El conocimiento esotérico se reserva para un número pequeño y se refiere a un dominio oculto que da acceso a un ritual de iniciación, mientras que la fe cristiana afirma que «ningún conocimiento puede sustituir al plan de Dios para el hombre». Además la sabiduría esotérica sería para nuestro autor «una subversión de la fe cristiana». «Sobre la base de una creencia naturalista», dice el teólogo beninés, «el pensamiento esotérico une su sabiduría a la tradición eclesial colocando a escondidas una identificación de la Revelación con la energía divina cósmica». Para él, es aquí donde radica la "ambigüedad perniciosa" del enfoque esotérico en relación con la fe de la Iglesia.

Además, a juicio del sacerdote, la doctrina esotérica, en su relación con el mundo divino y el universo, no distingue entre el creador y la criatura. Ahora, desde el punto de vista cristiano, a pesar de que Dios le ha dado al hombre la capacidad de dominar la tierra y de someterla, este requisito solo se cumple «cuando el ser humano reconoce su condición de criatura y su dependencia de Dios su función creadora de la trascendencia de Dios. (...)».

El padre Hounménou finalmente recuerda que la fe cristiana es un rechazo del relativismo porque «el relativismo admite que ningún sistema de pensamiento y ninguna tradición religiosa se da a sí misma un criterio absoluto de aproximación a la verdad».



Yerko Isasmendi ® 

viernes, 22 de febrero de 2019

Les Sources souterraines de la frac-maconnerie: Mithra et le Tarot

 

Charles Imbert es un tarotista y tarólogo, formado en la línea de Gerard Van Rijnberk, y esta influencia se tona en sus libros. En "Les sources du Tarot" (2007) afirma que las figuras del Tarot combinan rastros pitagóricos, cabalísticos y era que no, conocimientos ocultos antiguos. Pero lo "novedoso" que aporta Imbert es la hipótesis de que más de la mitad de los arcanos mayores, están estrechamente conectados con las representaciones del antiguo culto de los misterios de Mitra, así como la presentación de muchos símbolos masónicos. Esta idea la retoma en su libro "Les sources souterraines de la Franc-maçonnerie" (2009) en donde busca establecer nexos simbólicos entre el mitraismo-masonería y Tarot; centrándose en los 7 primeros arcanos, a los que asimila con los primeros siete grados del REAA (El Rito Escocés Antiguo y Aceptado) y los siete grados de la iniciación mitraica.

Demás esta decir, que la hipótesis de la relación del simbolismo masónico con el Tarot hace mucho ha sido descartada, por ejemplo el conocido historiador de la masonería Roger Dachez comenta en una entrevista que el Tarot pudo ser parte de una probable fuente muy secundaria de la cual bebió el simbolismo masónico, y nada más.

Imbert parte de la errada teoría que la masonería anterior a 1717, fue una sociedad secreta poseedora de un saber iniciático y esotérico que se remonta al culto mitraico romano. Para nuestro autor la masonería habría nacido en las cuevas mitraicas (Mithraea), para luego perpetuarse en y por los cuarteles del ejército romano que rendían culto al Sol Invictus, luego los de Saint-Germain-en-Laye, y luego los de Napoleón. Y, por último, terminaría en las tabernas de donde nacería la masonería especulativa.

En resumen, un libro que no aporta nada nuevo, más allá de reunir hipótesis y teorías hace tiempo totalmente desacreditadas. Aunque me saco el sombrero por el malabarismo que tuvo que hacer para trazar algún nexo entre el Mago y el Cuervo del culto mitraico romano, ya que el vinculo con mercurio lejos es insuficiente. Lo mismo para los otros arcanos como el Carro con el grado de Preboste y Juez o Maestro Irlandés del REAA.


Yerko Isasmendi

lunes, 11 de febrero de 2019

El dudoso origen de la supervivencia de la masonería operativa?



Bernard Dat, en el 3° Simposio del Cercle Renaissance Traditionnelle (1999) expuso que entre  1907 y 1918, varios artículos publicados en la prensa masónica inglesa, en particular en la revista Co-Mason editada por la rama inglesa de la Le Droit Humain; así como algunos folletos y libros, "revelaron" la existencia de una masonería operativa, ignorada hasta entonces, que había escapado a la transformación especulativa y especialmente al poder de la Gran Logia creada en Londres en 1717. El maestro de esta brillante revelación fue un tal Clement Stretton, que relato que en 1909 cuatro años antes de su ingreso a la masonería especulativa, había sido iniciado en una logia operativa, siendo este personaje durante años la única fuente de información sobre esta "masonería". Casi todas estas revelaciones fueron publicadas en The Co-Mason, ya que Stretton mantenía una amistad con  su directora Miss Bothwell-Goss, quien le había manifestado su deseo de ser admitida en esta extraña masonería. En Estados Unidos, Thomas Carr publicó un libro dedicado por completo a este "resurgimiento", titulado "The Ritual of the Operative Free Masons" (1911) y 8 años después otro norteamericano, Charles Hope Merz publicó sobre el mismo tema una libro de casi 500 páginas. 

De ahí se vino la bola de nieve, entre 1909 y 1915 se crearon los logias "operativas" en Leicester, en la residencia de Stretton; su muerte en febrero de 1915 puso fin a la primera fase de esta aventura singular y durante muchos años no se publicó más información al respecto. A inicios de los años 30 hubo un intento de revivir las ideas de Stretton por parte de algunos masones, en 1931 21 masones formaron en Londres la Great Assemblage of Operative Free Masons, y de nuevo Bothwell-Gosse volvió a publicar notas, extractos de rituales y estudios sobre "masonería operativa". 

Para Bernard Dat el sistema masónico propagado, sin mucho éxito, por cierto, por Clément Stretton fue obviamente un puro invento de su parte, con la amplia y generosa asistencia de John Yarker, cuyo ingenio e imaginación en este campo no tenían límites.

Las conclusiones de Dat son abrumadoras: todo lo que sabemos del sistema de Stretton proviene de sus propias declaraciones, no hay evidencia documental, no hay un vínculo directo establecido con las diversas sociedades operativas que existían mucho antes del siglo XVII y que todavía existen, el ejemplo más conocido es el de las Livery Companies de Londres; todos los documentos citados por Stretton para confirmar su tesis, en particular los Old Charges, no tienen una conexión histórica directa; no hay pruebas, no se dan nombres verificables de los participantes en cuanto a las recepciones del propio Stretton en los diferentes grados de su sistema; por último, el sistema de Stretton contiene inconsistencias internas evidentes y graves anacronismos que nos hace imposible afirmar un origen antes del siglo XIX: esto es lo que afirman sin ambigüedad los actuales directores de los Operativos, todavía activos en Inglaterra, que recuerdan que no reclaman una filiación directa e "ininterrumpida" con los masones operativos y solo forman una sociedad "conmemorativa" ...

Es un caso casi calcado a lo de los Wicca de Gadner. Una sola fuente que dice haber sido iniciado, toda la info emana de él y es imposible de verificar; y con el tiempo se van sumando partidarios de sus ideas, y se va armando un edificio que pasará una generación, ya afirmar el mito como verdad.




Yerko Isasmendi