Es hoy aceptado casi universalmente por la tradición ocultista occidental, que las imágenes de las cartas del Tarot encarnan un sistema derivado de la Cabalá judía. Este punto de vista parece derivar del renacimiento ocultista francés de mediados del siglo XIX, en particular de Eliphas Lévi y posteriormente incorporado a través de Westcott, Mathers y Waite en las enseñanzas de la Orden Hermética de la Golden Dawn, de la cual ha derivado nuestra tradición del ocultismo del siglo XX. Otros esotéricos han intentado aunar las imágenes del Tarot con la iconografía egipcia y han sugerido que los judíos pudieron haber recibido este sistema ''esotérico'' durante el tiempo de su estancia en Egipto[1]. En parte, esta asociación del Tarot con el esoterismo judío reside en el hecho de que hay 22 cartas de arcanos mayores en el Tarot moderno, al igual que hay 22 letras en el alfabeto hebreo, que está en el corazón del sistema cabalístico[2].
Sin embargo, quisiera hacer una pausa y considerar por un momento, antes de volver a la visión establecida, las implicaciones de un despreciado mazo, el Tarocchi de Mantegna. Este es uno de los Tarot más antiguos conocidos, estando fechado alrededor de 1.465, siendo al parecer contemporáneo con la mazo de Visconti-Sforza de mediados del siglo XV, el cual es reconocido como el Tarot más antiguo conservado[3].
Poco se sabe de los Tarocchi de Mantegna y lo que sí sabemos contradice completamente su nombre. La mayoría de los eruditos son de la opinión que este Tarocchi se ha atribuido erróneamente a Andreas Mantegna (1431-1506), pintor y grabador de la escuela de Padua, debiendo ser más bien una obra de la escuela de Ferrara. El Tarocchi de Mantegna no es un mazo de Tarot en el verdadero sentido de ese término técnico, y no son tarjetas sino un conjunto de estampas. Kenneth Clark, el conocido historiador del arte del Renacimiento, los atribuye a un Parrasio Michele, Maestro de la Escuela de Ferrara. El mazo consisten en un conjunto de 50 grabados finamente ejecutados divididos en cinco décadas, que podrían caracterizarse como:
Las estaciones sociales arquetípicas[4] de la humanidad;
Las Artes Liberales;
Las Virtudes Cardinales;
Las Esferas Celestiales.
El simbolismo de estas cartas, o tal vez deberíamos decir "figuras emblemáticas", parecería derivarse de la tradición hermética, que ahora se reconoce como subyacente al Renacimiento italiano de mediados del siglo XV. Fue durante este período que se crearon las Academias Platónicas de los Medici y Ficino, y los eruditos comenzaron a traducir textos como el Corpus Hermeticum y las obras de Platón, algunos de los cuales fueron llevados a la Corte de Florencia desde Constantinopla por Gemistus Plethon C.1355-1450), un erudito griego que fue probablemente iniciado en una escuela "platónica" en el este. Esta reconstrucción del esoterismo hermético y neoplatónico se refleja en ideas tales como las Musas, las Artes Liberales, las Virtudes Cardinales y las Esferas Celestiales; siendo mi opinión que el Tarocchi de Mantegna debe ser visto como un "libro de emblemas"[5] hermético. El hecho de que sus diseños muestren paralelismos con las últimas cubiertas del Tarot, debe por lo tanto. ser del mayor interés tanto para los estudiantes del Tarot como para los del hermetismo.
La primera década nos muestra una secuencia que refleja el estado o condición de la humanidad, desde el humilde mendigo hasta el Papa:
Hay en esta secuencia tanto un reflejo de las condiciones sociales de la humanidad como también las etapas de un desarrollo interior, desde el humilde estado del alma simbolizado en el "mendigo", hasta la faceta completamente espiritualizada del alma encarnada en la imagen del "Papa".
Curiosamente esta primera década, se ajustan bien al diagrama del árbol de la vida correspondiente a los sephiroth[6], pero también pueden igualmente ser unidos simbólicamente a la «Tetraktys»([7] o pirámide pitagórica.
La segunda década consiste en imágenes de las nueve Musas y Apolo. Estas musas presiden ciertas artes e instrumentos asociados a ellas.
Este grupo representa las fuentes arquetípicas de inspiración creativa para el alma, trabajando estas Musas en el ámbito de la imaginación. El alma puede recurrir a estos diez diferentes recursos espirituales para su inspiración y transmutación.
El tercer grupo se centra en las Siete Artes Liberales con la adición de la Poesía, la Filosofía y la Teología para llegar hasta el número diez. Las Artes Liberales estaban basadas en la escolástica y consistían en el Trivium de Gramática, Retórica y Dialéctica, las cuales entrenaba la mente en el uso del lenguaje, y el Quadrivium de Geometría, Aritmética, Música y Astronomía, las que constituían el dominio de la ciencia en la Edad Media. Cada uno de estos lleva un símbolo:
Este grupo son los arquetipos que trabajan detrás del pensamiento humano.
La cuarta década consiste en las siete virtudes cardinales que aparecen como figuras femeninas junto con tres espíritus de la vida (o el sol), del tiempo y del cosmos; siendo éstos mostrados como ángeles masculinos, cada uno llevando un símbolo. Las siete Virtudes Cardinales también tienen figuras animales a su lado.
Estos representan lo que funciona en el alma superior de la humanidad como las virtudes que habitan en la conciencia. A medida que el alma aspirante se desarrolla hacia la perfección interior, llegando a la conciencia del genio espiritual detrás de la fuerza vital (del Sol),del Tiempo y del Espacio; entonces se desarrollará internamente desde la semilla de la conciencia arraigada en el alma, a las Virtudes que se despliegan y crecen desde dentro para expresarse en las acciones exteriores.
El decanato final es el de las esferas celestiales, los siete planetas y las tres esferas superiores cada uno con un símbolo.
Esto representa los principios espirituales más altos trabajando como las fuerzas planetarias detrás de todos los aspectos del mundo.
En resumen
- La primera década: Estaciones de la Humanidad - Los poderes arquetípicos(8) en el exterior.
- La segunda década: Musas - Los poderes arquetípicos de la imaginación.
- La tercera década: Artes liberales - Los poderes arquetípicos en el pensamiento.
- La cuarta década: Virtudes - Patrones arquetípicos en la conciencia, que se expresan en el desarrollo interior y en el refinamiento espiritual del alma
- La quita decáda: Esferas cósmicas - Patrones arquetípicos en el orden cósmico que se expresan en todas las facetas del universo.
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