Ibn Jaldun y las predicciones



Ibn Jaldun(1)  en el capítulo LIII del Al-Muqaddima (Introducción a la historia universal) escrito en 1.377 , nos habla de una serie de personajes que instalados en las calles ofrecían sus servicios de mancías; algunos “operan trazando líneas sobre la arena, y otros arrojando guijarros o cuescos; otros todavía tratan de fijar sus miradas en los espejos y en los líquidos”.  Luego procede a clasificarlos en “monaddjimin” (astrólogos), “hasib” (calculadores) y en “dareb el mandel”(2). Luego de condenarlas en base a la prohibición divina de tratar de escudriñar el futuro, aclara que los más dados a recurrir a estos profesionales de las mancias, son los poderosos; pero hace de inmediato una distinción acerca de predicciones hechas por astrólogos o adivinos, o por un hombre “considerado como un favorecido por la gracia”. Todas estas predicciones especifica que se agrupan bajo el término “hidthan”(3).

Luego de proceder a explicar este tipo de predicciones inspiradas divinamente en los tiempos pre-islámicos citando las predicciones de los profetas judíos y entre los sahaba(4); nos señala: “Después de este periodo, cuando los musulmanes se entregaron a los estudios científicos y sistemáticos, y que se hubieran traducido al árabe las producciones de los filósofos (griegos), se recurrió comúnmente a los astrólogos. Para todo lo que concernía a la persistencia del imperio y de las dinastías, y para todo lo que atañía a las cosas de interés general, esos astrólogos pronunciaban sus juicios conforme a las conjunciones astrales, y para lo que se refería a los nacimientos y otros sucesos de interés particular, juzgaban según los aspectos planetarios … En los casos formaban sus juicios de acuerdo con la configuración que la esfera celeste había de ofrecer en el momento mismo en que cada suceso comenzaba”.

Luego de exponer algunas tradiciones con respecto a la duración del Islam, comenta una interesante técnica predictiva de As-Sohailí(5), la cual consiste en “reunir letras aisladas que se encuentran al inicio de varias suras del Corán, previa supresión de las reiteradas en la lista. Obtiene así catorce letras formando los grupos “alam, yastâ, nas, haq, karh”. Tomando en seguida los valores numéricos que se dan a estas letras en el cálculo llamado “hisab al-djommal” obtuvo sumando la cantidad de 703(6), cifra que indicaría la duración de la religión del Islam, cifra a la cual hay que añadir 1.000 años trascurridos antes de la misión del Profeta Muhammad .


Yerko Isasmendi 



Notas

1) Historiador, sociólogo, filósofo, economista, geógrafo, demógrafo y estadista musulmán del norte de África.
2) Dareb significa el que pega o hace; la voz mandel es un círculo trazado en el suelo, dentro del cual se sienta el mago que quiere invocar a un djinn.
3) Esta voz designa los “acontecimientos futuros”, pero se emplea aquí en el sentido de predicciones.
4) Quienes conocieron personalmente al Profeta y lo aceptaron como maestro y guía se les conoce en la historia del Islam con el sobrenombre de Sahâba, palabra que significa Compañeros, y deriva de la idea de Suhba, Compañía.
5) Abul Qasim Abderrahmán al Jathâmi As-Sohailí, originario de Malaga (España), murió en Marruecos en el año 581 (1.185). Fue un célebre doctor que escribió varias obras sobre diversas ciencias.
6) Esta cifra no corresponde, como tampoco la de la traducción turca de 930, pues la cifra que concuerda con las letras señalas es 693 como consta en la edición de Nasr llevaba a cao en Beirut.

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