El hombre libre (eleútheros) según Epicteto



RESUMEN: La noción de libertad tiene una rica historia de desarrollos conceptuales, cuyos inicios se remontan a la antigua Grecia. El estoicismo tardío constituye un momento crucial en esta historia, porque de alguna manera traslada el pensamiento en torno a esta noción del mundo griego al mundo romano. Más específicamente, Epicteto desarrolla una noción de libertad que, aunque coherente con el estoicismo clásico, merece un estudio más profundo debido al lugar central que este concepto ocupa en la economía de su pensamiento, así como por la enorme influencia que tendrá en la posteridad. Este artículo pretende examinar la noción de libertad en el estoicismo tardío. Más precisamente, se tratará de explicar esto último a partir de su exposición por Epicteto en las Disertaciones, insistiendo en su obtención mediante la adquisición de la recta razón y la comprensión de la distinción entre lo que depende de nosotros y lo que no. 

INTRODUCCIÓN

Aunque hoy la noción de libertad pueda parecer adquirida hace mucho tiempo en sus determinaciones conceptuales, ha experimentado sin embargo un rico y tortuoso desarrollo histórico, a partir del periodo clásico de la antigua Grecia, donde, como veremos brevemente, se encontraba en embrión en forma de licencia democrática. En este sentido, cualquier intento serio de arqueología filosófica del concepto de libertad debería centrarse en sus antiguas determinaciones. En particular, sería imperativo prestar atención al estoicismo tardío, a través del cual la reflexión sobre esta noción pasa de alguna manera del mundo griego al mundo romano . En Epicteto, que fue durante un tiempo esclavo en Roma, encontramos abundantes consideraciones en torno a la cuestión del hombre libre y lo que le permite ser considerado como tal:

«Porque es libre aquel a quien todo le sucede según su facultad de elección y a quien nadie puede impedírselo. ¿Qué? ¿Es la libertad una irracionalidad? ¡Nada de eso! La locura y la libertad no van juntas. "Pero quiero que pase todo lo que creo que es bueno, sea lo que sea”. Estás loco, estás delirando. ¿No sabéis que la libertad es algo hermoso y de gran precio? Querer que suceda al azar lo que he juzgado bueno al azar corre el riesgo no sólo de no ser bello, sino incluso de ser lo más feo de todo».

La libertad, así entendida por Epicteto, no es una licencia ilimitada, sino más bien una característica de quien vive según la recta razón y a quien todo le sucede de acuerdo con su facultad de elección. Este artículo pretende examinar la noción de libertad en el estoicismo tardío. Más precisamente, se tratará de explicar esta última a partir de su exposición por Epicteto en las Disertaciones, intentando mostrar cómo la libertad no es algo que se posee desde el principio, como es la responsabilidad causal del agente , sino que por el contrario hay que intentar adquirirla progresando hacia el estado de sabio. Insistiremos, pues, en la distinción entre lo que depende de nosotros y lo que no, cuya comprensión real constituye una condición necesaria para la adquisición de la libertad.

Comenzaremos trazando un breve retrato de la posición de los primeros estoicos –en particular de Crisipo– sobre esta cuestión de la libertad, para poder apreciar la originalidad del pensamiento de Epicteto en relación con el de sus predecesores. Para ello, seguiremos el artículo de S. Bobzien, “Stoic Conceptions of Freedom and their Relation to Ethics”. A continuación, examinaremos el caso más específico de Epicteto, repasando brevemente las interpretaciones de S. Bobzien, R. Braicovich y B. Collette-Dučić. En una tercera y última sección, nos referiremos a extractos seleccionados de las Disertaciones para validar, con ayuda de los textos, las determinaciones conceptuales de la libertad estoica tardía propuestas por los tres autores citados.

1. LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD: DE CRISIPO A EPICTETO 

En su artículo “Stoic Conceptions of Freedom and their Relation to Ethics”, Suzanne Bobzien muestra el desarrollo que hace Crisipo de una noción de lo que depende de nosotros (eph’ hêmin), que sirve para salvaguardar la responsabilidad moral contra los ataques que pretenden hacer del estoicismo un fatalismo. Se aborda luego el desplazamiento de la problemática crisipiana de la responsabilidad desde el plano de la física al plano de la ética, que Epicteto parece favorecer. Podemos entonces entender que si Crisipo intentó hacer un lugar causal de la responsabilidad, Epicteto parece más bien querer distinguir claramente las cosas que dependen de nosotros de las que no, es decir, aquellas que podemos perseguir sin riesgo de ser obstaculizados y aquellas en cuya persecución encontraremos necesariamente obstáculos . Esta responsabilidad, sin embargo, no debe confundirse con la eleutheria, o libertad, atribuida sólo a los sabios en la tradición estoica. Como demuestra Bobzien, si se puede decir que cada uno es responsable en cuanto causa de sus acciones, pero la libertad sólo puede alcanzarse a través del conocimiento completo, que es el que posee el hombre sabio o el dios. Bobzien escribe:

«Según Crisipo, un estado o cambio individual depende de que si yo, en tanto ser racional, soy causalmente responsable de él. […] En Epicteto no se discute el elemento de causalidad y rara vez se enfatiza el factor del auto origen. […] Parece que para Epicteto lo que importa es si [el estado o cambio individual] pertenece a una clase de cosas que no pueden ser obstaculizadas o forzadas externamente» .


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Tristan ampleman-Tremblay,
L’homme libre (eleútheros) selon Épictète
Revue philosophique étudiante de l'université Laval· Vol 18 
Traducido: Yerko Isasmendi

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