L'ésotérisme et la foi chrétienne : les raisons d'une incompatibilité



Hace poco más de un año en el blog masónico Hiram apareció una pequeña mención a la publicación del libro "L'ésotérisme et la foi chrétienne : les raisons d'une incompatibilité" escrito por el sacerdote Maurice Hounménou, especialista en liturgia pastoral. El libro en cuestión pretende demostrar la incompatibilidad entre la fe católica y el esoterismo, para lo cual, el padre Hounménou define el esoterismo occidental y rastrea su historia antes de mostrar lo que a su juicio se opone a la fe cristiana. Y ya que desde hace algún tiempo vengo centrándome justamente en el esoterismo cristiano, ya sea en conversaciones, traducciones o ensayos, pensé que era una buena idea traducir la reseña de Lucie Sarr que apareció en el sitio La CroixAfrica, y dejarles a ustedes opinar sobre si la tesis del sacerdote o su comprensión de lo que es el esoterismo es errada o no.

Para el sacerdote, el esoterismo es una forma de sabiduría que emana de una síntesis, de la religión, de la filosofía y de la ciencia. Según él, «el misticismo esotérico concibe al hombre como una deidad encarnada, es decir, una chispa divina dotada de una vibración que se refleja como un alma humana individualizada». Esta concepción se opone, de hecho, a la fe cristiana porque, según el significado esotérico, el fundamento de la revelación cristiana ya no sería la iniciativa providencial de Dios mismo, sino el impulso interno del hombre hacia  «una cima de luz que conduce a la nada de Dios». Un enfoque que, para el padre, no solo es reductivo al misterio de Dios sino también «escandaloso para la fe cristiana», ya que para los cristianos, en Jesús mora la plenitud de la divinidad.

El autor distingue, por otra parte, el conocimiento esotérico del conocimiento cristiano. El conocimiento esotérico se reserva para un número pequeño y se refiere a un dominio oculto que da acceso a un ritual de iniciación, mientras que la fe cristiana afirma que «ningún conocimiento puede sustituir al plan de Dios para el hombre». Además la sabiduría esotérica sería para nuestro autor «una subversión de la fe cristiana». «Sobre la base de una creencia naturalista», dice el teólogo beninés, «el pensamiento esotérico une su sabiduría a la tradición eclesial colocando a escondidas una identificación de la Revelación con la energía divina cósmica». Para él, es aquí donde radica la "ambigüedad perniciosa" del enfoque esotérico en relación con la fe de la Iglesia.

Además, a juicio del sacerdote, la doctrina esotérica, en su relación con el mundo divino y el universo, no distingue entre el creador y la criatura. Ahora, desde el punto de vista cristiano, a pesar de que Dios le ha dado al hombre la capacidad de dominar la tierra y de someterla, este requisito solo se cumple «cuando el ser humano reconoce su condición de criatura y su dependencia de Dios su función creadora de la trascendencia de Dios. (...)».

El padre Hounménou finalmente recuerda que la fe cristiana es un rechazo del relativismo porque «el relativismo admite que ningún sistema de pensamiento y ninguna tradición religiosa se da a sí misma un criterio absoluto de aproximación a la verdad».



Yerko Isasmendi ® 

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