El dudoso origen de la supervivencia de la masonería operativa?



Bernard Dat, en el 3° Simposio del Cercle Renaissance Traditionnelle (1999) expuso que entre  1907 y 1918, varios artículos publicados en la prensa masónica inglesa, en particular en la revista Co-Mason editada por la rama inglesa de la Le Droit Humain; así como algunos folletos y libros, "revelaron" la existencia de una masonería operativa, ignorada hasta entonces, que había escapado a la transformación especulativa y especialmente al poder de la Gran Logia creada en Londres en 1717. El maestro de esta brillante revelación fue un tal Clement Stretton, que relato que en 1909 cuatro años antes de su ingreso a la masonería especulativa, había sido iniciado en una logia operativa, siendo este personaje durante años la única fuente de información sobre esta "masonería". Casi todas estas revelaciones fueron publicadas en The Co-Mason, ya que Stretton mantenía una amistad con  su directora Miss Bothwell-Goss, quien le había manifestado su deseo de ser admitida en esta extraña masonería. En Estados Unidos, Thomas Carr publicó un libro dedicado por completo a este "resurgimiento", titulado "The Ritual of the Operative Free Masons" (1911) y 8 años después otro norteamericano, Charles Hope Merz publicó sobre el mismo tema una libro de casi 500 páginas. 

De ahí se vino la bola de nieve, entre 1909 y 1915 se crearon los logias "operativas" en Leicester, en la residencia de Stretton; su muerte en febrero de 1915 puso fin a la primera fase de esta aventura singular y durante muchos años no se publicó más información al respecto. A inicios de los años 30 hubo un intento de revivir las ideas de Stretton por parte de algunos masones, en 1931 21 masones formaron en Londres la Great Assemblage of Operative Free Masons, y de nuevo Bothwell-Gosse volvió a publicar notas, extractos de rituales y estudios sobre "masonería operativa". 

Para Bernard Dat el sistema masónico propagado, sin mucho éxito, por cierto, por Clément Stretton fue obviamente un puro invento de su parte, con la amplia y generosa asistencia de John Yarker, cuyo ingenio e imaginación en este campo no tenían límites.

Las conclusiones de Dat son abrumadoras: todo lo que sabemos del sistema de Stretton proviene de sus propias declaraciones, no hay evidencia documental, no hay un vínculo directo establecido con las diversas sociedades operativas que existían mucho antes del siglo XVII y que todavía existen, el ejemplo más conocido es el de las Livery Companies de Londres; todos los documentos citados por Stretton para confirmar su tesis, en particular los Old Charges, no tienen una conexión histórica directa; no hay pruebas, no se dan nombres verificables de los participantes en cuanto a las recepciones del propio Stretton en los diferentes grados de su sistema; por último, el sistema de Stretton contiene inconsistencias internas evidentes y graves anacronismos que nos hace imposible afirmar un origen antes del siglo XIX: esto es lo que afirman sin ambigüedad los actuales directores de los Operativos, todavía activos en Inglaterra, que recuerdan que no reclaman una filiación directa e "ininterrumpida" con los masones operativos y solo forman una sociedad "conmemorativa" ...

Es un caso casi calcado a lo de los Wicca de Gadner. Una sola fuente que dice haber sido iniciado, toda la info emana de él y es imposible de verificar; y con el tiempo se van sumando partidarios de sus ideas, y se va armando un edificio que pasará una generación, ya afirmar el mito como verdad.




Yerko Isasmendi 

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