Cartas en los indigenas en Chile

 


Esta pequeña nota partió como un artículo acerca de la cartomancia en la tradición brujeril chilena; la idea inicial era rastrear el uso de algún tipo de barajas como método adivinatorio en los siglos XIX o XVIII en Chile, pero desde un inicio me di cuenta que dicha interrogante no estaría exenta de grandes problemas debido a la escasa información de la que disponemos en lo que se refiere a la historia de la brujería en nuestro país. En los testimonios registrados en los procesos llevados a cabo contra la brujería no se hace ninguna mención al uso de cartas como medio de adivinación, a pesar que se mencionan por ejemplo la lectura de las líneas de las manos ya a mediados del siglo XVI. Por otra parte, fuera de dichos procesos, no contamos con ninguna otra fuente que nos permita tener alguna luz sobre el uso del cartas antes del siglo XX.

Es sabido que las barajas de cartas españolas como mínimo ya circulaban en Chile en el siglo XVIII. A inicios del siglo XIX dos chilenos asentados en Argentina (Gandarilla y Quercia y Possi ) producían paquetes de naipes basados en los diseños españolas de la época. Por lo que es dable especular que pudo existir un uso de dichos mazos como instrumentos de adivinación. Estando en el proceso de recabar información me topé con un dato que me llamo la atención y que en un primer momento catapulto mis divagaciones sobre este posibles pruebas de cartomancia ya en el siglo XVI; me refiero a las cartas confeccionadas en cuero que circulaban entre los mapuches que hoy están en exhibió en el Museo de América de Madrid. Aunque estas cartas son una simple copia del juego de naipes español y no existe ningún dato que nos lleve a suponer que no fueran usadas para algo más que para la entretención, dato reforzado por la sabida afición de los mapuches por los juegos de cartas y de dados, ya desde el siglo XVI.

Luego mis esperanzas se centraron en el hallazgo de 22 cartas de origen Tehuelche del siglo XIX llamadas “berrica o birk” confeccionadas en piel de guanaco, que para algunos es un dato determinante en lo que respecta al uso de la cartomancia en nuestro país.

Lo primero que podemos constatar al ver las cartas Tehuelches es que a diferencia de las Mapuches de más antigua datación, no se perciben que sean una media copia de una baraja española, como las que circulaban en Chile desde casi el inicio mismo de la conquista.

Y esta diferenciación simbólica es lo que ha dado pie a divagaciones por parte de algunos tarologos que creo que hay que analizar.

Algunos han querido ver en estas cartas tehuelches, un tarot indígena precolombino poseedor de un “secreto de sabiduría que podrá cambiar todas tus miradas”.




Jaime Hales en su libro ”El Tarot Mapuche” afirma «estamos frente a un juego de naipes que contiene los mismos arquetipos que el tarot». Para Hales estas cartas serían un «verdadero libro de sabiduría ancestral», puesto que al ser sus diseños similares al arte rupestre, deberían ser un supuesto sistema de sabiduría que podría tener miles de años de antigüedad: «Su original –no necesariamente las copias que han llegado a nosotros – pueden tener miles de años de antigüedad, pues los dibujos rupestres los encontramos en la cultura Chinchorro, por ejemplo, con 9 mil años o en Altamira con 40 mil años».

Como profesional del Tarot, Hales se esfuerza en demostrar en su libro que estas cartas guardan un estrecho paralelismo con los 22 arcanos del Tarot, lo que lo lleva a afirmar que el Tarot tiene miles de años de antigüedad. Este descubrimiento para Hales sería un supuesto nuevo argumento para mantener la vieja hipótesis desde hace años refutada del origen egipcio del Tarot. Si dejamos a un lado las hipótesis de su antigüedad, y nos concentramos en analizar los paralelismos que ve Hales con el Tarot, rápidamente nos topamos con pura especulación y esta vez, al menos a mi juicio, muy forzada.

En las cartas tehuelches hay una que está en blanco sin diseño alguno, Hales de forma arbitraria la asimila con el loco, basado en argumentos simbólicos de nuevo cuño netamente occidentales; si estamos ante una sabiduría indígena ancestral de la cual no sabemos nada, como puede Hales pretender trasferir un simbolismo racionalista occidental que nace del esoterismo del siglo XIX.

No pretendo extenderme más, pues dicho proceso de repite con cada una de las cartas, Hales por ejemplo asimila algunas de estas cartas con el diablo, el ermitaño y el colgado; de nuevo pretende saltar la valla con una explicación simbólica que no resiste análisis: «Al observar la carta del tarot Mapuche podemos ver la extraordinaria similitud con las cartas de El Ermitaño y el Colgado. Podríamos suponer dos caminos; falta de creatividad del dibujante rupestre o una intención al respecto. Desechamos la primera hipótesis, pues nos parece claro que los aborígenes del sur de América recibieron una información de contenido que expresaron en sus dibujos de una manera que fuera entendible para los responsables de conducir la religiosidad, la sabiduría y la cultura del pueblo».

Queda claro que mis esperanzas prontamente se diluyeron y por el momento esta investigación quedará en pausa hasta que pueda acceder a más fuentes que espero me permitan en algún momento poder situar algún marco temporal del comienzo de la cartomancia en Chile. Sobre el Tarot Mapuche de Hales creo que esta todo dicho, un malabarismo especulativo y argumental, solo cimentado en el deseo de probar sus teorías; que para muchos pueden ser atractivas; pero que carece - a mi juicio - de total seriedad a la hora de probar sus afirmaciones.

Para concluir citó la publicación "The Playing-Game" que en su número Volume 33, No.3 del 2005 apareció un interesante articulo de Virginia Wayland, Harold Wayland & Alan Ferg dedicado a las cartas en las tribus indígenas americanas titulado "American Indian Playing cards of French and English Derivation", en el cual mencionan junto a las cartas confeccionadas por varias tribus de norteamericano, las cartas mapuches. Pero a diferencia de la imaginación entusiasta de nuestro tarologo nacional Jaime Hales, los académicos tienen claro que estas cartas son el resultado de una asimilación por parte de las tribus indígenas de los juegos europeos de naipes:

«Estas tarjetas fueron pintadas a mano en rectángulos cortados de cuero crudo con diseños que inicialmente fueron las interpretaciones cautelosas de los paquetes de cuarenta cartas españoles …. como artista copiando artista, los diseños comenzaron a derivar de las plantillas españolas a diseños y atributos cada vez más nativos. Eventualmente, los símbolos de las cartas de cuero crudo Apache y Araucano se volvieron irreconocibles en su mayor parte (monedas, copas, espadas y palos, y las figuras humanas) ya que las cartas comenzaron a presentar un estilo esencialmente pre-español de antropomorfismo nativo, con diseños y pinturas en pieles ceremoniales, armas y ropa».

Les dejo una galería de imágenes de distintos cartas de un amplio espectro de pueblos aborígenes americanos en el siguiente enlace. Clic aquí


Yerko Isasmendi

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