Determinismo en el Estoicismo - I



Sobre el pensamiento estoico en la actualidad podemos ver que existen dos prejuicios bien marcados. Por un lado, se suele ver a los estoicos como personas insensibles, sin sentimientos o en el mejor de los casos que han logrado suprimirlos con éxito, y en segunda lugar, esta la creencia estoica en un destino que lo abarca todo, lo que nos deja solo la opción de cumplir "de buena gana" con su orden predeterminado. Dorothea Frede al respecto formula las siguientes preguntas: «Si el cumplimiento del destino es el resultado final de la filosofía estoica, ¿qué podría ser más razonable que una renuncia sin emociones a sus decretos ineludibles?»[1]. 

Un hecho que debemos tener en cuenta, es la hostilidad que suscito el determinismo estoico en las escuelas rivales de la época; tema que estuvo presente a lo largo de los 500 años de existencia de dicha escuela, y que aun continua ocupando a filósofos, científicos y teólogos. Hoy al abordar el tema del determinismo, hablamos de "determinismo físico", "determinismo lógico" determinismo ético" y "determinismo teleológico". El primer tipo trata de la conexión entre causa y efecto, el segundo con razones y conclusiones, el tercero con las condiciones previas de las decisiones humanas y el cuarto con la determinación por un propósito o fin general. Estos cuatro tipo de determinismo están presentes en las obras físicas, lógicas y éticas de Aristóteles[2], quién reconoce sus interconexiones, señalando la diferencia entre lo que se determina de alguna manera hôrismenon (ωρισμενον) y lo que carece de determinación ahoriston (αορίστου). Pero a pesar de dicho reconocimiento, la cuestión de una determinación universal de todo lo que sucede en la naturaleza y en la vida humana no parece haberlo preocupado demasiado a Aristóteles. 

Al realizar una breve revisión de la concepción aristotélica de la causalidad, rápidamente podremos constatar las diferentes que hay con la idea estoica sobre dicha materia, no obstante  de compartir ciertas presuposiciones importantes sobre la naturaleza básica del universo; como que ambos escuelas consideraban el universo como finito, con la tierra en su centro, compartían la convicción aristotélica de que la naturaleza se basa en un continuo de materia, espacio y tiempo; rechazaban la noción de un vacío dentro del universo, apoyaban la "posibilidad bilateral" o la "contingencia" en el sentir que ciertos estados no son necesarios ni imposibles y confirmaron el principio de que no hay moción sin causa y que, dadas las mismas circunstancias, siempre será el mismo resultado.

Por esto antes de centrarnos en los estoicos, creo que será esclarecedor hacer un breve repaso sobre el determinismo en  Aristóteles; para quién hay cuatro tipo de causas (αἰτία)[3]:  materia o el sujeto ( τὴν ὕλην καὶ τὸ ὑποκείμενον), la substancia y la esencia (τὴν οὐσίαν καὶ τὸ τί ἦν εἶναι), el principio del movimiento (ἡ ἀρχὴ τῆς κινήσεως), y la causa final o el bien (τὸ οὖ ἔνεκα καὶ τἀγαθόν)[4]. Este esquema explicativo fue aplicado por  Aristóteles para dar cuenta de la naturaleza de todas las cosas, tanto en física como en ética y en su metafísica. Pero a pesar de dicho esquema causal integral, a Aristóteles no se le considera generalmente como determinista[5], esto se debe principalmente a cuatro razones :
  • Como las sustancias y las condiciones de sustancialidad están en el centro de su metafísica, así como de su filosofía natural, su esquema explicativo no se centra en las causas de los eventos y sus interconexiones, sino en la explicación de lo que es típico de las sustancias, sus propiedades y actividades específicas;
  • El esquema causal de Aristóteles es un mero esquema: no hay una naturaleza común sino solo un analogía entre la materia, la forma, la causa eficiente y el telos de diferentes cosas o eventos; 
  • Para Aristóteles, cada proceso encuentra su conclusión natural con el logro de su particular telos; aunque no excluye la posibilidad de que este resultado pueda ser un factor en algún nexo causal adicional, la noción de cadenas causales sin fin no le concierne a él; y
  • la distinción entre lo que pertenece y lo que no pertenece en un contexto teleológico dado, le permite a Aristóteles distinguir entre resultados regulares e irregulares. Los criterios para lo que es irregular son bastante claros; los resultados casuales (apo tuchês) o accidentales (apo t’automatou) se deben a la superposición de diferentes una serie de eventos con fines o propósitos separados. Solo lo que sucede necesariamente o "en su mayor parte" es el sujeto de la ciencia. No hay necesidad de dar cuenta de superposición accidental[6].
Al ver esta lista, podemos ir señalando las diferencias más allá de ciertas características, de la concepción aristotélica y estoica, de la naturaleza y la causalidad; ya que la filosofía estoica no se centra en las sustancias, sus propiedades, y actividades, pero si sobre la constitución física de los cuerpos y sus interacciones.

En lugar del esquema causal análogo de Aristóteles, la Stoa plantea dos principios omnipresentes en la naturaleza. Hay en cada caso uno activo, la fuerza racional que impregna su contraparte pasiva, determinada por la forma y consistencia de todos los objetos en el universo. A. A. Long al respecto señala que «los estoicos se vieron abocados al determinismo por las propiedades que adscribían a la Naturaleza misma. Como el pneuma o logos que todo lo penetra, la Naturaleza es rectora inteligente de todas las cosas».[7]  Este espíritu divino funciona como forma, telos, material, y causa eficiente de una sola vez, la cual puede ser identificado con la naturaleza, destino o Zeus[8]. En su reinterpretación de la mitología[9], la Stoa identifico el elemento activo con Zeus[10], el elemento pasivo con Hera, como indispensable consorte del elemento activo. Ambos elementos son cuerpos físicos; el principio racional activo es una mezcla de aire y fuego que se llama pneuma (πνεῦμα). El principio pasivo no tiene atributos positivos, pero está asociado con los elementos tradicionalmente inerte del agua y de la tierra.

El filósofo cristiano platónico Calcidio en su Comentario al Timeo señala que los estoicos hablaban de la razón (ὁ λόγος), de dios como principio encargado de dar forma y mover a la materia, por lo que la razón determina cuándo y cómo sucederán las cosas que tienen lugar[11], «[Los estoicos] entienden la razón como un artesano, mientras al cuerpo, estando ligado y sin cualidad, como una materia o substancia completamente pasiva y cambiable, la cual ciertamente cambia y, sin embargo, no desaparece ni toda ni por destrucción de las partes, porque es dogma común de todos los filósofos que nada sale de la nada ni perece en el no ser. Pues aunque todos los cuerpos por alguna casualidad se disuelvan, siempre existen, sin embargo, la materia y el dios artesano, i.e. la razón, por la cual es establecido a qué tiempo todo tanto nace como perece».

Dada la unidad interna de estos dos principios, las explicaciones teleológicas no se limitan a los objetivos o fines de procesos específicos. Todo es parte de una red causal que lo abarca todo.

Como no hay series de eventos descoordinados en el universo, no hay ocurrencias irregulares que no 'pertenezcan' a un contexto dado. Aunque los estoicos no niegan la diferencia entre lo que sucede regularmente y los acontecimientos extraordinarios, estos últimos son tan importantes, como los eventos regulares. El azar y la suerte son, por lo tanto, simplemente una cuestión de ignorancia humana: lo que nos parecen accidentes extraños son parte del orden general de la naturaleza.

Unidad y pluralidad en el universo estoico

La naturaleza uniforme de los poderes activos y pasivos dentro del orden cósmico también explica por qué no hay, en contraposición a Platón y Aristóteles, ninguna separación en el estoicismo del mundo super y sublunar. Los movimientos celestiales se rigen por los mismos principios. que operan en la tierra: toda la naturaleza es administrada por la suprema razón divina, y por lo tanto hay un determinismo teleológico global que los estoicos identificaron con el destino (fate)[12].

Esta omnipotencia del principio activo explica la concepción estoica de una sumpateia (συμπάθεια)[13] general dentro de la naturaleza, un conexión interna entre eventos aparentemente bastante dispares. De ahí que la adivinación, el estudio de los signos y portentos divinos, fueran tratados como una ciencia en el estoicismo más que como una superstición. La observación cuidadosa conduce al descubrimiento de ciertos signos de esas interconexiones, incluso si el conocimiento humano no comprende completamente la razón detrás del orden observable Esto explica por qué los estoicos no solo apoyaron las prácticas tradicionales de adivinación, sino que también ayudaron a establecer la astrología como una ciencia respetable en el mundo griego y romano[14].

«El azar es simplemente un nombre para causas no descubiertas (SVF, II , 967). Todos los sucesos futuros son teóricamente predecibles, y se apelaba a la astrologia y a la adivinación como testimonios de la validez del nexo causal. Existe posibilidad en la medida, y sólo en la medida, en que los hombres son ignorantes de la conexión causal entre los sucesos (SVF, II, 959). Un suceso posible es aquel «al que nada impide que ocurra, incluso si no va a ocurrir» (ibid.). Mas existe algo que impide que ocurran todos los no-sucesos: las causas de aquellos eventos que ocurren. Sólo la ignorancia humana de las causas es lo que autoriza a los hombres a afirmar la ausencia de cualquier impedimento para el ocurrir de no-sucesos».[15]

Con esta visión general, podemos darnos cuenta que la principal diferencia entre los estoicos y Aristóteles radica en el alcance de su teleología. Para los estoicos hay un orden mundial que abarca todo y una coordinación universal. En Aristóteles, todas las causas, incluido el telos, están limitadas a su contexto "local". Por lo que no hay una interconexión o coordinación necesaria entre todo lo que sucede en el universo. Dorothea Frede llama a esto "localismo" aristotélico versus el "globalismo" estoico, y nos señala que antes de aceptar «esto último como la base de las tensiones dentro de su sistema, deberíamos analizar más de cerca su intento de introducir distinciones más finas que no concuerden fácilmente con el 'globalismo' indiferenciado que se les ha atribuido hasta ahora. De hecho, su fe en una unidad general dentro de la naturaleza no les impide analizar conexiones individuales entre eventos y estudiar la naturaleza, y las condiciones de seres y acontecimientos particulares».[16]

Es conveniente a esta altura hacer la advertencia de no caer rápidamente en simplificaciones, como que el ideal estoico de «vivir de acuerdo con la naturaleza» se reduce a una convicción panteísta de "Todo es uno y todo está bien". Ya que los estoicos no consideraban que fuera una condición previa suficiente para la conducta adecuada de la vida, que los seres humanos deberían estar familiarizados con las características generales de la realidad y aprender a jugar según las reglas que parecen establecer. Sino que más bien, recomendaron un estudio cuidadoso de la naturaleza[17] de todas las cosas, incluida la naturaleza humana, para aprender a cumplir de manera adecuada con lo que sucede naturalmente, como señala Jean Brun «La sabiduría humana ha de empezar por una toma de conciencia acerva de la fuerza universal del destino y se ha de desplegar como aquiescencia y sumisión a esta corriente de vida que liga a todos los seres entre sí».[18]

Estas consideraciones explican por qué los estoicos, a pesar de su cosmología unitaria, también adopta distinciones más finas dentro de su análisis causal. Aunque cada individuo y cada evento particular es parte del orden divino, diferentes entidades juegan diferentes roles en esa red causal. La necesidad de una comprensión adecuada de esas conexiones es aún más apremiante, ya que los seres humanos no son omniscientes y poseen, en el mejor de los casos, un comprensión parcial del orden divino.

El hecho de que haya pluralidad en la unidad cósmica general explica, entonces, por qué los estoicos establecieron distinciones entre los factores causales que determinan el estado de los diferentes tipos de entidades e insistieron en una cierta cantidad de autonomía para los seres individuales. Para ellos el mundo entero está impregnado por el pneuma divino. Recordemos que «Una porción del pneuma cósmico está presente en cada sustancia, y con esto constituye a la sustancia en algo particular: una piedra, un hombre, etc. Mas el entorno en que cada cosa individual se halla situada también es atribuible al pneuma»[19]. Pero debemos tener presente que para los estoicos «el logos divino impregna el cosmos como un 'aliento' corpóreo (pneuma) que se manifiesta a diferentes grados en diferentes tipos de cuerpos»[20], la scala naturae estoica, donde mientras que en su manifestación más simple -entidades sin vida como piedras o agua - el pneuma divino constituye su coherencia interna y sus propiedades físicas (hexis). En los seres vivos es la naturaleza (phusis) responsable de su crecimiento y desarrollo, y en los animales es el alma (psuchê) la que causa actividades como la percepción y la locomoción.Los seres humanos no solo comparten el tipo de pneuma que constituye la vida, sino que también están gobernados por una porción del pneuma en su forma más pura, es decir, la razón (dianoia).

Ya que su principio conductor (hêgemonikon), el pneuma racional determina todas sus acciones, en los organismos complejos hay un conjunto muy diverso de fuerzas 'neumáticas' trabajando para mantenerlos funcionando tanto a nivel fisiológico como mental, y es por esta «relativa estabilidad del estado interno 'neumático', que el individuo forma un microcosmos dentro de la red macrocósmica de factores causales. Por lo tanto, las entidades individuales tienen una cierta autonomía»[21]. En base a esto podemos decir, que es la composición interna de la razón humana lo que determina la forma en que una persona interactúa con su entorno. Por esto es que los antiguos estoicos distinguían entre circunstancias internas y externas en la vida de un individuo, a pesar de las fuerzas cosmológicas omnipresentes que constituyen y mantienen la naturaleza de todas las cosas.


Yerko Isasmendi
El ensayo sobre el "Determinismo en el estoicismo" que lo he dividido en varias entregas, su estructura esta basada en el excelente libro "Determinism and Freedom in Stoic Philosophy de Susanne Bolzien (Oxford University Press, 2004) y en el ensayo "Stoic Determinism" de Dorothea Freede, que aparece en el libro "The Cambridge Companion to the Stoics" ( Cambridge University Press, 2003)





Notas:

1] Dorothea Frede, "Stoic Determinism" en The Cambridge Companion to the Stoics (Cambridge University Press 2003), pág 179
2] J.M. Rist en su libro "La Filosofía Estoica", al analizar la doctrina final de la antigua Stoa, según Crisipo, nos remite a la obra Peri Hermeneias (Περὶ Ἑρμηνείας) del Organon de Aristóteles.
3] De su teoría de las cuatro causas depende su concepto de telos o fin. Aristóteles emplea la palabra aítion o aítia, que suele traducirse como “causa”, pero que más bien significa “principio de explicación” o “cosas a considerar para conseguir entender un objeto o proceso en su totalidad”. Aristóteles usa aítia en su filosofía para dar cuenta de todos los factores que deben ser considerados para llegar a entender un ente, sea natural o artificial. Estos factores necesarios son de cuatro clases, material y formal (internos al ente), eficiente y final (externos al ente).
4] τέλος, un propósito o fin en la naturaleza.
5] R. Sorabji en su trabajo "Necessity, Cause and Blame: Perspectiveon Aristotle´s Theory" indica que entre los diversos comentadores no existe una interpretación unitaria acerca del punto de vista aristotélico sobre esta cuestión: Cicerón lo consideró como determinista,mientras que Alejandro de Afrodisia lo habría visto como indeterminista; y modernamente "algunas de las más elocuentes interpretaciones son deterministas.
6]  Aristóteles, "Aristóteles. Metafísica. Ética, Obras Selectas" (Edimat Libros, 2013)
7]A. A. Long,  "La Filosofía Helenística. Estoicos, Epicúreos, Escépticos" (Alianza Universidad, 1984), pág. 159
8] La filosofía estoica de la naturaleza es un intento de proporcionar una explicación racional a todas las cosas en términos de la actividad inteligente de una única entidad, co-extensiva con el universo. La historia del universo es la historia de una cosa que puede ser llamada por varios nombres diferentes: Naturaleza increada e imperecedera, Dios, pneuma o logos universal, ejercita su actividad en una serie de ciclos del mundo eternamente recurrentes. Comenzando y concluyendo como puro fuego, cada ciclo del mundo cubre las metas de su principio activo.
9] Recomiendo leer "Theologiae Graecae Compendium, Lucio Annaeus Cornutus", que ha sido publicado por SBL Press bajo el titulo"Greek Theology. Fragments, and Testimonia", obra en la cual L. Annaeus Cornutus, explora el origen y nombre de los dioses griegos, bajo la interpretación alegorica estoica.
10] En general, los estoicos piensan que el destino es identificable con Zeus o la mente de Zeus. podría suponerse que mantendrían que la mente de Zeus conoce lo que será y conoce la verdad.
11] Esta doctrina fue establecida por Zenón en su tratado "Sobre la existencia", por Cleantes en su trabajo "Sobre los átomos" y por Crisipo en el libro primero de su Física. Cfr. Diógenes Laercio.
12] Sobre el poder que todo lo abarca del destino, su identidad con la razón y Dios, cf. Alejandro de Afrodisias, 192, 25–28: ‘El destino mismo, la naturaleza y la razón según la cual se administra el todo, dicen que es dios. . . '- Aquí no se hará distinción entre fatalismo y determinismo causal, en vista del hecho de que los estoicos derivaron etimológicamente heimarmenê, su término estándar que designa el destino, de eirô='para unir ''. Cf. también Bobzien (1998), 45-50.
13] Jean Brun en su libro "El Estocismo" señala que «La simpatía universal expresa el carácter connatural de todo y define a la identidad de Dios y mundo» y que «La teoría de la simpatía universal no tiene sólo un alcance físico, en la medida en que corona una teoría de la causalidad, sino también un sentido metafísico y ético».
14]J. M. Rist  señala que Panecio «rechazó completamente la astrología con la sorprendente base de que los eventos que ocurren a una distancia tan grande de la Tierra no podían afectar a lo que sucede en nuestro mundo», pero acepto la adivinación, puesto que si «Panecio negaba la adivinación, la teoría de la simpatía de las partes del mundo, e incluso quizá la de que el mundo es un organismo vivo, se encontrarían en peligro». Con la llegada de Posidonio a la cabeza de la Stoa, se rechazarían las ideas no "tradicionales" de Panecio, restituyéndose así el sitial de la astrología y de la adivinación en la física estoica.
15]A. A. Long,  "La Filosofía Helenística. Estoicos, Epicúreos, Escépticos" (Alianza Universidad, 1984), pág. 159
16Dorothea Frede, "Stoic Determinism" en The Cambridge Companion to the Stoics (Cambridge University Press 2003), pág 184
17] De ahí viene la importancia de la física para los estoicos, el término phusis, de donde derivó física, viene del verbo griego phuein, que significa crecer: quien dice naturaleza, dice Vida.
18] Jean Brun, "El Estocismo" (Universidad Autónoma del Estado de México, 1997), pág 75 
19] A. A. Long,  "La Filosofía Helenística. Estoicos, Epicúreos, Escépticos" (Alianza Universidad, 1984), pág. 161
20] Susan Sauvé Meyer, "Chain of Causes. What is Stoic Fate?" en God & Cosmo in Stoicism (Oxford University Press, 2009), pág 74
21] Dorothea Frede, "Stoic Determinism" en The Cambridge Companion to the Stoics (Cambridge University Press 2003), pág 186

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