
¿Cuál fue la doctrina de la escuela estoica sobre los problemas del amor y la vida sexual? Esta cuestión, un tanto descuidada por los historiadores del estoicismo, es abordada por M. Flacelière en el capítulo VI de su hermoso libro sobre L'amour en Grèce (París, Hachette, 1960), donde estudia el punto de vista de los “teóricos del amor”, es decir, de los filósofos. En realidad, en este punto de la moral práctica, la doctrina estoica habría variado a lo largo de los siglos, y habría que distinguir entre los primeros estoicos, los del siglo III a. C., que aparecen como "arcaístas", y cuya teoría sobre el amor parece un retorno al platonismo, y a los estoicos más recientes, que habrían adoptado una actitud más acorde con la tendencia general de la moral de su época. “En efecto”, escribe el señor Flacelière, «el fundador del Pórtico, Zenón, y varios de sus sucesores, como Crisipo y Apolodoro, eran partidarios del amor “filosófico” a los niños... Por otra parte, los estoicos más recientes abandonaron el elogio teórico de la pederastia y se convertirán en los defensores convencidos del amor normal y, en particular, del amor conyugal.»(1) Para ilustrar esta segunda tendencia, Flacelière cita un pasaje notable del Tratado Sobre las Bodas de Antípatro de Tarso, del que Estobeo nos ha conservado algunos fragmentos(2). Se observará que uno de los historiadores más autorizados del estoicismo, Max Pohlenz, parece aprobar, al menos implícitamente, la misma tesis, ya que comenta en estos términos el mismo fragmento de Antípatro: «Fue la primera vez que un estoico encontró tales acentos a favor del matrimonio y de la mujer, abriendo así, en comparación con el antiguo helenismo, un camino completamente nuevo en la forma de apreciar a la mujer.»(3) Pero ya en 1901, en su libro sobre Hierocles el Estoico, Karl Praechter señalaba, al final de un discurso dedicado a τόπος περί γάμου en la literatura antigua, «que está surgiendo una evolución, en este ámbito, en el interior del Pórtico... La Escuela, de hecho, se reunió primero en torno a la teoría platónica del amor y su tendencia estética... Pero más tarde la diatriba, en una creciente preocupación por adaptarse a las necesidades morales de la vida cotidiana, y probablemente también bajo la influencia del mundo romano, más crudo en su sensibilidad estética, abandonó este punto de vista y luchó deliberadamente contra el amor masculino, a veces en directa oposición a Platón y los partidarios de su teoría del amor.» (4).
Sin embargo, a pesar de la plausibilidad intrínseca de esta tesis, es importante verificar si tiene una base precisa en los textos.
Primero observaremos que el límite entre los estoicos "antiguos" y los "recientes" es difícil de trazar, ya que Apolodoro de Seleucia, que se encuentra entre los primeros(5), y Antípatro que deberíamos ser el líder de estos últimos, son contemporáneos, habiendo sido ambos alumnos de Diógenes de Seleucia o de Babilonia(6). Además, ciertos miembros o simpatizantes de la escuela estoica de fecha reciente, como Epicteto y Dion Crisóstomo, parecen inclinarse más bien hacia el punto de vista de Zenón y Crisipo(7), mientras que, por el contrario, desde los inicios del estoicismo, un Perseo de Citio y Cleantes, autores de las obras tituladas Περί γάμου, Περί ύμεναίου, Περί του ότι ή αύτη αρετή ανδρός και γυναικός(8), difícilmente se los puede considerar partidarios exclusivos del amor masculino(9). En segundo lugar, no existe ningún texto del que se pueda inferir que los estoicos, "antiguos" o "recientes", alguna vez opusieron el amor masculino al amor heterdosexual, y colocaron a este último por debajo del primero. Sin duda, Antígona de Caristo, según Ateneo, acusó formalmente a Zenón de homosexualidad(10), pero este testimonio aislado, cuyo valor es difícil de valorar, no prueba absolutamente nada, en cualquier caso, sobre la doctrina de la Escuela al respecto. Por otro lado, sabemos positivamente que Zenón, Cleantes y Crisipo incluyeron la homosexualidad entre conductas que no son ni buenas ni malas desde el punto de vista moral, pero en sí mismas “indiferentes” (αδιάφορα)(11). Otro texto dice explícitamente que es la conducta amorosa como tal la que es άδιάφορον, ya que no pertenece más a los sabios que a los necios(12): no se podría indicar más claramente que sólo eso importa, como ocurre con todos los actos de la vida, lo único que importa es la disposición interior del alma, no teniendo en cuenta el sexo o la calidad del ser amado para determinar el valor moral de la persona(13).
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Daniel Babut
Les Stoïciens et l'amour
Revue des Études Grecques
Traducido: Yerko Isasmendi
1) R. Flacelière, op. cit., p. 174. Cf. la edición, del mismo autor, del Diálogo sobre el amor de Plutarco (Paris, 1951), p. 24.
2) Antípatro, fr. 63, pág. 255, 11-16, del volumen III del Sioicorum Veterum Fragmenta (SVF), Estobeo IV, ch. 22 I, 25, p. 508, 8-16, Hense.
3) M. Pohlenz, La Stoa (Goettingen, 1948-1955), I p. 190; cf. 96.
4) K. Praechter, Hierokles der Sloiker (Leipzig, 1901), p. 149 sq. Cf. A. Schmekel, Die Philosophie der miltleren Sloa (Berlin, 1892), p. 362, 2.
5) Cf. Diógenes Laercio (D. L.) VII 129 {SVF III 716).
6) Index Sloic. Her cul. ,col. 51 (éd. Comparetti).
7) Cf. Epicteto, Diair. II 18, 15; III 7, 21 ; III 22, 13; IV 11, 19; Marco Aurelio III 2, 6 το εν παισίν έπαφρόδιτον σώφροσιν όφθαλμοΐς όραν, etc. (voir Κ. Praechter, op. cit., p. 150, 1, que se refiere a Bonhôffer,, Die Ethik des Sloikers Epiktet (Stuttgart, 1894) p. 67).
8) D. L. VII 36 {SVF I 435) ; ibid. 175 {SVF I 481).
9) Para Perseo, cf. Antígona de Caristo en Ateneo XII p. 607 (SVF I 451, p. 100, 34-39). También podríamos citar aquí a Crisipo, si Plutarco De Sloic. reps. pag. 1035 lî se refiere en efecto, como había pensado H. von Arnim, a las obras de este filósofo tituladas Περί γάμου y Περί ποαδοτροφίας.
10) XIII p. 563 Ε (SVF I 247) ... Ζήνωνα τον Φοίνικα, δς ούδεπώποτε γυναικί έχρήσατο, παιδικοΐς δ' άεί, ώς Αντίγονος ό Καρύστιος ιστορεί εν τω περί του βίου αύτοΰ. Voir U. von Wilamowitz-Mocllendorff, Antigonos von Karystos (Berlin, 1881), p. 115. Cf. también cercidas, fr. 9 Powell (Coll. Alex., Oxford 19*25) έρως Ζηνωνικός.
11) Sexto Empirico, Pijrrh. Ihjp. Ill 200 (SVF I 249) οι περί τον Κιτιέα Ζήνωνα και Κλεάνθην και Χρύσιππον άδιάφορον τοΰτο (i. e. άρρενομιξίαν) είναι φασιν.
12) Estobeo II 7, 5 b, p. 66, 9 sqq. Wachsmuth (SVF III 717, p. 180, 32 sqq). το δε έραν αύτο μόνον άδιάφορον είναι,, επειδή γίνεται ποτέ και περί φαύλους
13) Cf. Sexto, Pyrrh. hyp. Ill 245 (SVF I 250k.. διαμηρίζειν μηδέν μάλλον μηδέ ήσσον παιδικά ή μή παιδικά μηδέ θήλεα ή άρρενα γάμον και εις τεκνογονίαν [se. τον σοφόν και αύτοΰ χάριν και της πατρίδος ibídem. 11m, pág. 109, 16 y sigs. \Y. {SVF III 686). San Jerónimo, Adv. Jovin. II 48 {SVF III 727)... Chrysippus ducendam uxorem sapienti praecipit... ; cf. Orígenes, C. Celsus Vil 63, p. 739 Delarue, vol. II pág. 213, 6 KO. {SVF I 24-1 y III 729), que afirma que los seguidores de la filosofía de Zenón proscribían el adulterio; D. L. VII 120 {SVF III 731), donde vemos que consideraban natural el amor filial, el apego a los propios hijos y miembros de la familia.
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