La Noche de San Juan: Simbolismo de prácticas rituales



La Noche de San Juan, quizás una de las fechas más cargadas de rituales y simbolismo que bajo un barniz de meras tradiciones podrían traslucir un posible trasfondo brujeril. Todos los años se remiten una serie de rituales que a pesar de estar totalmente desconectados de las tradiciones que les dieron vida, aun en ellos es posible rastrear creencias ligadas con lo mágico. Estos rituales se pueden agrupar en:  en rituales de amor, de fertilidad, de predicción y de riqueza. Elementos muy conocidos en el mundo brujeril, aunque haciendo la salvedad, que el tipo de rituales populares de la Noche de San Juan, guardan más paralelismos con la neo-brujería, que con la más oscura antigua brujería.

En primer lugar tenemos los rituales asociados a la fertilidad, los cuales están constituidos principalmente por dos elementos: la luna y el agua. Si bien es cierto estamos ante un simbolismo ligado a lo femenino, el cual no solo abarca la fecundidad, sino que también simboliza la pureza, la belleza, el amor y su doble oscuro; pues a pesar que dicha faceta hoy no está presente, es fácilmente constatable dicho sustrato, del cual beben en forma muy atenuada muchos de los ritos llevados a cabo cada año.

Como ya lo mencionamos, las ceremonias asociados a la luna y al agua buscan efectos mágicos que propicien salud, belleza, fertilidad, amor y la purificación; actos estos últimos sin duda relacionados a las abluciones rituales  y en forma más específica, al bautismo cristiano. 

El agua es fuente no tan solo de purificación, sino que también de protección. El uso del agua como elemento central en la magia ceremonial es conocido, al ser aquél uno de los cuatro elementos, pero también fue ampliamente utilizada en la brujería, ya sea como protección contra males o como medio de detectar maldiciones o hechizos. Por otra parte, el carácter de pureza asociado al agua, dio pie incluso a que ésta fuera usada como test para descubrir a las practicantes de brujería demoníaca: el llamado witch swimming.

Ahora sobre el uso del agua y su asociación con la fertilidad –más allá de lo simbólico–, en la vieja brujería tenemos un famoso testimonio que data de 1618, de un trabajo de infertilidad realizado por las familia Flowers en contra del conde Rutland y su esposa, el cual consistía a grandes rasgos en calentar agua y sangre en un bol, tras lo cual se sumergía en ella algunas prendas íntimas del conde. Lamentablemente los detalles del hechizo no han llegado hasta nosotros, pues solo contamos con la declaración de una de las imputadas, Philip Flower, quien además de estos elementos, menciona la participación de un espíritu familiar en la forma de un gato negro. Contra la infertilidad por otra parte, en muchas recetas se usaba una mezcla de agua y sal de satyrion, ámbar gris y almizcle; pudiendo ser ésta ingerida o usada a modo de baño. La fuerza del hechizo se veía reforzada si el baño era realizado en noches de luna llena.

En los rituales relacionados con el amor, entran en juego nuevos elementos que suelen estar relacionados estrechamente con el agua y la luna. Nos referimos específicamente al espejo, las velas y el color blanco; pues a través de éstos podemos saber quién será nuestro amado o ampliar la fuerza del agua como oráculo; tema muy tratado en la magia. Aunque como ya lo mencionamos, en los ritos llevados a cabo en la noche de San Juan, si bien beben de prácticas mágicas de larga data, la forma en la cual son realizados hoy solo guardan una lejana reminiscencia de aquellos. Pero para el observador agudo, si llevamos, por ejemplo, la Cristalomancia a su mínima expresión ritual, nos encontramos con la célebre triada: espejo, velas y el color blanco.

En cuanto a los ritos de amor, están relacionados a lo netamente oracular; pues su operatividad se restringe a dos objetivos: conocer la identidad del futuro amor o saber si el consultante contraerá matrimonio. Las formas que estos rituales adoptan a lo largo del país son muy diversas; pudiendo ir desde el asomarse por una ventana,  el uso de la triada mágica (ya sea en la forma de tres papas o tres porotos) o una variación de los rituales de fertilidad, en base al agua y a dos agujas. A grandes rasgos estas prácticas entroncan con una forma de magia empática, la cual establece que lo similar produce lo similar, es decir, los efectos se parecen a sus causas; por lo cual, por ejemplo, si las dos agujas que flotan en un recipiente con agua se juntan, esto significaría que habrá una unión amorosa.

En cuanto a las prácticas relacionadas con la predicción, aunque menos numerosos en la actualidad, son formas simples y degradadas de la ciencia oracular; pero que responden a la teoría básica que subyace en dicha ciencia, la cual nos dice que cualquier elemento puede servir como sostén psíquico que permita que nuestra intuición o clarividencia se concentre y, por ende, se expanda. Entre las formas oraculares más comunes podemos citar la lectura de la yema de un huevo o de las formas que se crean en un papel luego de derramar tinta sobre él. Como podemos ver, ambas formas oraculares se basan en la misma técnica que las más conocidas técnicas de mancias.

Por último, en los rituales de riqueza, podemos ver como la higuera es un elemento central. En base a las creencias populares, siempre que se pide riqueza, estamos invocando a lo oscuro, al príncipe de este mundo; por lo cual, la higuera está asociada a lo maligno. Esta vinculación no nos debería de extrañar, ya que sobre la higuera no solo pesa una maldición bíblica (específicamente relatada en Marcos), sino que también fue en ella donde Judas se colgó, y con ramas de higuera los primeros pecados cubrieron sus partes íntimas, luego de haber caído ante la seducción de la serpiente. Y es esa misma  que se desliza susurrando promesas de conocimiento, fortuna y placer; es la que en las Noches de San Juan se puede contactar, ya sea para amanecer convertido en un gran virtuoso de la guitarra o luego de tomar la flor de la higuera (que al igual que el fruto del manzano, dará conocimiento sobre el bien y el mal en el relato bíblico), ésta otorgará riqueza a quien logre asirse de ella . Todo esto en la ancestral y misteriosa noche mágica de San Juan.


Yerko Isasmendi ®

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.