Contenido Cristiano en algunos arcanos del Tarot


 

En otras entradas he mencionado un transfondo cristiano en el origen del Tarot [1], anterior a la era pre-Gebelin[2]; postura que tiene como es lógico detractores y partidarios. Entre sus detractores destaca Robert V. O'Neill que en su libro "Tarot Symbolism" argumenta que el Tarot temprano era, de hecho, prácticamente todo lo que decían más o menos los ocultistas del siglo XVIII y los intérpretes neo-jungianos del siglo XX. Para O'Neillla la iconografía que puede ser relacionada con lo cristiano es solo un intento de cristianizar el Tarot, utilizando símbolos más aceptables para un público católico[3]. Otros historiadores aunque difieren en el tema del rol del esoterismo en la era pre-Gebelin, están de acuerdo en su origen no cristiano. Gerardo Lonardoni en su libro "La Via de Sacro. I Simboli dei Tarocchi fra Oriente ed Occidente" a pesar de reconocer la continuidad iconografica de las catedrales en los primeros mazos, remonta su origen a Oriente, en base a las semejanzas con los "Aforismos de Shiva" y las "21 emanaciones de Tara".

Para Micheal J. Hurste[4] en cambio los triunfos del tarot beben de un contexto netamente cristiano, identificando por ejemplo los dos últimos triunfos del Juicio y del Mundo, con la Última Resurrección y el Nuevo Mundo descritos en el Apocalipsis de la Biblia. Ante una iconografía pagana en mazos antiguos como el florentino de Minchiate[5], argumenta que en algun momento dicha iconografía sería cambiada a una alegoría con estética pagana, «y su orden se invirtió, creando un triunfo de la Fama sobre un mundo explícitamente eurocéntrico», explicando la secularización humanista de los arcanos mayores a una tendencia pro pagana de la Florencia renacentista.

Uno de los arcanos que ha suscita más debate en torno a su posible origen cristiano es el del Papa, O'Neill nos recuerda que más allá de su obvio interpretación, no debemos olvidar la predilección por las dobles alegorías en el renacimiento, por lo cual, en una segunda lectura «se podría esperar un significado más profundo y más significativo de un símbolo, que contradiga el significado superficial. Ambos usos de la alegoría fueron comunes a lo largo del Renacimiento y eran una característica distintiva de los herejes dualistas. Generalmente, la carta del Papa indicaría un sistema simbólico ortodoxo. Pero en el Tarot y en la época en que fue diseñado, uno puede esperar que muchos símbolos ortodoxos se insertarán deliberadamente, sólo para engañar al observador casual. En el caso de la carta del Papa, el símbolo puede representar en realidad al Papa herético supremo, situado en Bulgaria». Los argumentos de O´Neill me resultan muy forzados, más cuando solo están basados en supuestos sin aportar prueba alguna.

Otros investigadortes como Hurste ó Michael Dummett por su parte sostienen que en un momento la alegoría cristiana de los triunfos fue considerada inapropiada para un juego de cartas. El juego en general era un vicio, y la mayoría de las primeras referencias a las cartas eran prohibiciones. El Tarot era más que eso, siendo un juego que incluía a un Papa peligrosamente ambiguo, y referencias claras al Fin de los Tiempos, haciéndolo inherentemente blasfemo para algunas autoridades. Michael Dummett en su libro "The Game of Tarot" nos relata que «Lo que no era entendido como algo ofensivo en la época del Renacimiento, gradualmente dejo de ser tan fácilmente aceptado. De la Colección Leber, del Diálogo de Aretino y de muchos poemas sabemos que el Papa y la Papisa[6] siguieron figurando en el paquete de 78 cartas de Tarocco; Sin embargo, su omisión en el paquete de Minchiate en 1520, fue la primera instancia de una precaución que se repetiría en otros lugares, y es probable que a finales del siglo XVII hubieran dejado de adornar las naipes excepto en Francia , en los cantones francófonos de Suiza y, por supuesto, en Bolonia. Quizás se trataba más de una cuestión de proximidad con Roma, pues en la propia Roma y en todos los Estados Papales (excepto en Bolonia) el Minchiate fue el juego de la familia del Tarot, más popular»[7],

Micheal J. Hurste en su ensayo "Tarot Defrocked" enumera los arcanos que habrían sido descritianizados «Un mundo mundano con Europa (en lugar de Jerusalén) en su centro reemplazó al Nuevo Mundo de la Revelación, y la Fama reemplazó al Ángel de la Resurrección en las cubiertas florentinas. El llamado "Gran Duque" y el Emperador Oriental reemplazaron a la Papisa y al Papa en el Tarot de Minchiate. Bacchus y el capitán español reemplazaron las mismas dos cartas en el patrón de Bélgica. Atlas y Júpiter reemplazaron el mundo y el ángel en los mazos sicilianos. Juno y Júpiter sustituyeron a la Papisa y al Papa en el Tarot de Besançon. Un siglo más tarde, una nave y una torre costera de la Guardia sustituyeron el diablo y a la torre arruinada en las cubiertas sicilianas». Un caso muy particular de esta sustitución simbolica lo relata Dummett en su ensayo "Tracing the Tarot": «En 1725 un acontecimiento absurdo condujo a un cambio en el paquete de tarot de Bolognese. Luigi Montieri, produjo un tarot geográfico y heráldico, lo que indignó a las autoridades papales por la descripción en una carta que decía que Bolonia tenía un gobierno mixto. Montieri y otros interesados ​​en la publicación del paquete fueron arrestados. Sin embargo, las autoridades papales pronto se dieron cuenta de que proceder de tal forma causaría una gran indignación en Bolonia. En consecuencia, rechazaron su objeción original y profesaron en lugar de ello objeciones a las figuras del papa, de la papisa, del emperador y de la emperatriz, ordenándoles que fueran reemplazados por cuatro moros. Esto se hizo no sólo en el paquete de Montieri sino en todos los paquetes boloñeses posteriores»[8].

Como podemos ver, la postura de los investigadores que afirman que el Tarot contó un mensaje característicamente medieval-cristiano y que fue desnaturalizado de diferentes maneras, en diferentes momentos, en diferentes lugares a lo largo de un período de siglos, se basa en una amplia investigación documentada.


Yerko Isasmendi


Notas

1 La escalera mística y el origen del tarot.
2) Antoine Court de Gébelin que escribió un ensayo en 1781 centrado en el Tarot "Jeu des Tarots", incluido en su monumental obra de VIII volumenes "Le Monde primitif, analysé et comparé avec le monde moderne". Obra que da inicio a la concepción moderna del Tarot, la cual lo asocia con el esoterismo y con la adivinación.
3) O'Neillla plantea como probable origen del Tarot una academia neoplatónica pre-Ficino.
4) The Ace of Cups: Christian Content in Tarot.
5) A principios del siglo XV aparece en Florencia un Tarot ampliado, ya mencionado en 1.543 por Aretimo con el nombre de Germini. De las setenta y ocho cartas ya conocidas se suprimió El Papa, añadiendosé tres virtudes teologicas, una virtud cardinal, la Prudencia, los cuatro elementos y los doce signos del zodiaco.
6) Gerardo Lonardoni señala el arcano de la papisa como una cristianización forzada; retomando lo expuesto por Court de Gébelin que acusaba a los impresores alemanes de haber cristianizado el simbolismo egipcio de la Sumo Sacerdotisa por la de la Papisa. Lonardoni señala: «El sabio francés, a pesar de la confusión reinante en su tiempo en todas las ramas del conocimiento, reconoce correctamente el origen antiguo y pagano del segundo Arcano del Tarot, sólo superficialmente cubierto con un velo cristiano por medio de la figura legendaria del Papa Joan, ocultando así su verdadera naturaleza de Sibila o Vestal».
7) En los Sermones de Ludo Cum Aliis (s. XV) podemos leer: «En cuanto al tercer juego de este tipo, conocido como triunfo. No hay ningun juego en el mundo que sea tan odioso a Dios como este juego de triunfos. Parece, de hecho, que contiene toda deshonra a la fe cristiana … Se dice que los triunfos, así llamados, fueron nombrados así por su inventor el diablo, porque ningún otro juego triunfa sobre la destrucción del alma como esté. En el que no sólo Dios, los ángeles, los planetas y las virtudes cardinales son despreciadas y nombradas, sino también las verdaderas luces del mundo, es decir, el Papa y el Emperador, lo que es absurdo y la mayor desgracia para la cristiandad… Los 21 triunfos son de hecho los 21 escalones de una escalera que conducen a las profundidades inferiores».
8) Prohibiciones de este tipo en otras partes de Europa son relatadas por Dummett en su libro "The Game of Tarot"

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