Comentario del Fukanzazengi

 

«Luego de regular tu postura, exhala completamente y vuelve a tomar aire. Balancea tu cuerpo de izquierda a derecha un par de veces. Siéntate establemente e inmóvil. Piensa en no pensar. ¿Cómo se piensa en no pensar? Pensando más allá del pensamiento. Pensando más allá del no-pensamiento. Ésta es la forma esencial del zazen»

“Piense en no pensar. ¿Cómo piensas en no pensar? No pensando". Estas son las famosas palabras del Maestro Yaoshan, quien está en nuestro linaje. Ahora bien, una frase como esta podría analizarse bastante. Pero para nuestro propósito, podemos tomarla claramente como, hacernos incondicionales y simplemente sentarnos. Ese estado incondicionado es un estado de no pensar. Ahora, hablando más directamente, ¿qué es el estado incondicionado? Es cuando no desarrollamos ni nos aferramos a ninguna idea obstinada. Incluso llegando a hacerte muy ingenuo. Ahora, en español, “ingenuo” tiene una implicación o connotación bastante negativa, pero en japonés hay una palabra similar que tiene connotaciones muy positivas: estar muy vacío, como un papel blanco limpio. Lo que sea que esté dibujado en él, lo puedes ver muy claramente. Pero si el papel está arrugado o algo antes estaba escrito, lo que sea que intentes poner se vuelve ambiguo y poco claro. Por lo tanto, al sentarse es muy importante no tener en mente tus propias ideas o pensamientos. Ese estado mental incondicionado y muy simple, ese es el estado de no pensar. Y con ese estado de ánimo, siéntate. Elimina todo tipo de actividades mentales, ni siquiera pienses en convertirte en Buda. Eso es lo que quiere decir el maestro Dogen. Incluso tratar de convertirse en Buda o tratar de iluminarse se convierte en un obstáculo, porque no sabemos qué es la iluminación hasta que llegamos a ese estado. Entonces, cualquier cosa en la que pensemos se convierte simplemente en una idea. Allí mismo se abre la brecha entre nosotros y el objeto en el que pensamos. En otras palabras, elimina ese objeto también. Al sentarnos, concentrarnos en zazen, nos vaciamos y al mismo tiempo podemos vaciar el objeto. De modo que la relación sujeto-objeto se elimina por completo. Entonces te conviertes en un ser total. Y de eso es de lo que habla; el zazen mismo manifiesta la realidad última. Ese es el tipo de zazen del que habla. Eso es shikantaza. 

Así que no negamos la función de nuestra conciencia al decir que cuando hacemos shikantaza, no podemos pensar en nada. La conciencia funciona vívidamente en el sentido de estar condicionada por ciertas ideas o pensamientos que tenemos. Si hacemos eso, ahí mismo nos encontramos con esas ideas. Y eso nos restringimos mucho. De hecho, esto sucede todo el tiempo. Por ejemplo, cuando tenemos dificultades o problemas, pensamos, "alguien me está creando los problemas". Pero no es así. Si hay alguna dificultad o problema, es un problema que nosotros mismos hemos creado. Siempre ese es el caso. Puede que no lo parezca, pero lo es. En un sentido más estricto de la palabra es así, y en un sentido más amplio también lo es. A veces es difícil de aceptar: por ejemplo, si la casa de al lado se incendia, de modo que el edificio en el que vivimos también se quema. No estamos haciendo nada malo y, sin embargo, suceden ese tipo de cosas. Así que podemos culpar a los demás y, sin embargo, si lo miramos desde una perspectiva más amplia, también son parte de nosotros mismos. Entonces, en realidad, nadie tiene la culpa.

Cuando realmente nos damos cuenta de lo que es mi yo, entonces "mi" se vuelve idéntico a "tu" o "su" o incluso "eso". Ese es el estado del no pensar. Así que nuevamente, volviendo al punto que mencione al principio, aclaremos nos lo más posible. Entonces seamos como somos. Entonces nuestro ser se convierte en algo absoluto.

"Las trampas y lazos nunca pueden alcanzarlo". ¿Qué son las "trampas y lazos"? Nuestras ideas, nuestros propios pensamientos. Así que ese estado muy simple, parecido a un espejo, es el estado que las trampas y las ataduras nunca pueden alcanzarnos. Es decir, nos atrapamos o cogemos a nosotros mismos. Y nuevamente, no significa que negamos el significado o la importancia de la función mental. Sin dicha función, simplemente no podemos sobrevivir. Pero deberíamos intentar no tener nuestras propias ideas muy fijas.

Eso también me recuerda esa declaración de Dogen Zenji en el Zuimonki compilado por el Maestro Ejo. Dice algo como esto: "Si nuestro maestro dice que los gusanos y los sapos son los Budas, simplemente creeremos que los gusanos y los sapos son los Budas". Esa es la forma de aprender. En otras palabras, hazte muy sencillo, vacío, sin tener tus propias opiniones. Entonces podrás tomar lo que sea que se vierta. Hay una historia en uno de los sutras en la que un monje muy crédulo logró las cuatro etapas del arhat cuando un monje mayor le lanzó una pelota cuatro veces. Este monje simplón simplemente creía literalmente cierto lo que el monje mayor le dijo en broma y, debido a su completa fe, alcanzó la iluminación. No importaba que su maestro no hablara en serio. Eso es lo que yo llamo fe.

Y se puede decir exactamente lo contrario. Independientemente del buen maestro que tengas, si te aferras a algo propio, eso es todo. También sucedió en la época del Buda, cuando expuso el Sutra del Loto, el Sutra Saddharmapundarika, en el monte Grdhakuta. Al principio del sutra dice que 500 monjes simplemente se pusieron de pie y se fueron: "El Buda está diciendo tonterías, vámonos ..."

Escuché de Yasutani Roshi que Harada Roshi solía explicar qué es el estado de shikantaza: es decir, ponerse en un estado de no pensar y sentarse firmemente. Cuando nos sentamos, pueden ocurrir dos tipos principales de alteraciones. Uno es tener la mente dispersa y ocupada, y el otro es una mente adormecida y soñolienta. Y la forma de eliminar a estas dos alteraciones mientras estamos sentados es concentrarnos en zazen como si estuviéramos inmersos en un duelo de vida o muerte. Desafortunadamente, no nos sentamos así todo el tiempo.

El zazen del que hablo no es aprender a meditar. Es simplemente la puerta del Dharma del reposo y la dicha, la práctica-realización de la iluminación totalmente culminada.

El término utilizado aquí es "práctica-realización" y está dividido con guiones. La práctica es la realización misma. O practicando la realización. O práctica de realización. Ese es nuestro zazen.

Una vez más, me recuerda el comentario de Yasutani Roshi no solo sobre zazen, sino también sobre qué tipo de actitud deben tener hacia ustedes mismos. Hagan lo que hagan no es más que la acción del Buda, exponiendo y manifestando el Dharma ustedes mismos. Y eso no es más que perfecta unidad y armonía por completo. ¿Dónde está el problema? Incluso las dificultades no son más que el Dharma mismo. ¿De qué quejarse? ¿Por qué estar frustrado? ¿De qué estar molesto? "La práctica-realización de la iluminación totalmente culminada" es "la manifestación de la realidad absoluta". ¿Qué es? En cierto modo es zazen; y en cierto modo eres tú mismo. Tú zazen es una cosa total, y siendo así, también te vuelves último y absoluto. Ese es el tipo de zazen del que habla Dogen Zenji.


Hakuyu Taizan Maezumi
On Zen Practice: Body, Breath & Mind
Traducción: Yerko Isasmendi 

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.