Séneca y el Platonismo



Séneca, seguidor de la filosofía estoica, a menudo mostró lealtad a los maestros de dicha escuela, especialmente a Crisipo y Posidonio. En las primeras Cartas a Lucilio, emprende frecuentes incursiones en el campamento epicúreo, non tanquam transfuga sed explorator, no como un desertor sino como un explorador. Según el método crisipiano, utiliza los puntos de convergencia entre el Jardín y el Pórtico para hacer más efectiva su parénesis. En cuanto a Platón, es bastante raro que lo cite por su nombre, y también es bastante raro que se pueda detectar en su obra, con suficiente certeza, la presencia de textos platónicos sin que se pronuncie el nombre de su autor. En general, las referencias parecen proceder del fondo cultural de Séneca, que por supuesto debió incluir los grandes diálogos, más que de doxografías u otros autores, pero no hay indicios de un contacto asiduo con la obra del maestro de la Academia. En la Consolación a Marcia se alude a las palabras del Fedón sobre el conocimiento de la muerte por los verdaderos filósofos, en un estilo indirecto, como a una proclamación hecha por Platón al género humano, en una anáfora que amplifica su significado y aumenta su fuerza persuasiva[1]. En esta misma obra y en la Consolación a Polibio se evoca la alternativa planteada por Platón en la Apología de Sócrates: la muerte es un fin total o un paso al más allá[2]. Un punto de la doctrina es fácilmente reconocible: el ser del hombre es su alma de origen divino, que aspira a liberarse de la prisión del cuerpo y a ganar su verdadero hogar. Estas referencias eran evidentemente requeridas por el tema y pertenecían a la tradición del género literario. En Sobre el Ocio, Séneca inserta una traducción libre del texto de la República sobre la no participación del hombre sabio en los asuntos de Estado, si es demasiado corrupto[3].

Conviene reservar dos Cartas (58 y 65) que son de particular interés en la relación entre Séneca y el platonismo, porque discuten y evalúan, en su relación con la vida moral y la visión del mundo, tesis atribuidas a Platón. Pero, a medida que descubrimos, en el curso de su exposición, la presencia de elementos peripatéticos o estoicos o referencias implícitas a exégesis, percibimos que no vienen de él en línea directa sino de una doxografía o de un comentario al Timeo. Es, de hecho, este diálogo, del cual se traduce libremente un breve pasaje en la Carta 65, el que constituye la obra de referencia aquí. La Carta 58 trata de los diversos modos de ser según Platón; La Carta 65 es una exposición de las concepciones estoica, aristotélica  y platónica de la causalidad. Las similitudes en la estructura son evidentes: aquí y allá Séneca relata a Lucilio una conversación que tuvo con amigos sobre el tema propuesto y solicita su arbitraje; aquí y allá, después de la exposición de las tesis, Lucilio reprocha a Séneca la inutilidad de su planteamiento para apelar a su justificación.

La Carta 58 da la sensación muy clara de que Séneca no tiene  una práctica habitual de la obra de Platón, ya que, dice, fue por casualidad que durante una conversación con amigos la conversación recayó sobre él y comenzó en torno a problemas relativos a la traducción. Se ha deplorado la pobreza de la lengua latina, ya que no tiene equivalente para un gran número de conceptos. Es el caso de la palabra ὄν, que Séneca lamenta tener que traducir por una expresión verbal “quod est”. Y, a este respecto, un amigo le comenta que según Platón, el ser puede decirse de seis modos[4]. A menos que supongamos un artificio literario totalmente gratuito, se trata pues de una adquisición muy reciente que Séneca transmite a Lucilio. Y, para hacerle entender que la división platónica se concibe según un orden jerárquico, comienza diciéndole que, según Aristóteles y los estoicos, de un primer género τὸ ὄν deriva todo lo que es, géneros, especies, individuos: genre primum –  corporalia e incorporalia  –  animantia e inanima  –  animalia y sata  –  species ( homo, canis, equus)– individuos. Los estoicos añaden incluso, además del primum genre, un género aún más general, el τι, el quid  el algo, al que se opone lo que sólo existe en la imaginación[5].

Ya sea que Séneca añadiera estas consideraciones por su propia cuenta o que vinieran de su informante, indican claramente que la división no se remonta directamente a Platón, sino a intérpretes influenciados por Aristóteles y los estoicos. Y, de hecho, no puede, tal como está, provenir del Timeo, la obra que, claramente, sirvió de base a las interpretaciones[6]. En primer lugar, el sexto modo no corresponde a una noción platónica, sino a los incorpóreos del estoicismo. Entonces, si el primer modo "quod est" parece ser el mundo inteligible, objeto eterno del pensamiento verdadero, opuesto por Platón al mundo sensible, objeto de la opinión[7], el demiurgo del Timeo no parece ser identificado como el ser por excelencia, dios trascendente dotado de todo poder y situado por encima de las Ideas, modelo ejemplar. Por el contrario, esto es lo que ocurre si las Ideas se conciben como pensamientos de Dios. No hay aquí ninguna indicación de que Séneca se refiera a esta concepción, pero la Carta 65 muestra que era consciente de ella[8]. En esta perspectiva, de los dos primeros grados de la jerarquía, se constituye el mundo inteligible. Dios y las Ideas, modelos ejemplares, pasamos a los otros dos, el idos, concebido tanto en términos platónicos como la copia del modelo como en términos aristotélicos como la forma unida a la materia para dar forma al mundo sensible, luego al mundo sensible mismo. Desde su segundo hasta su cuarto grado, el esquema senequiano parece pues reproducir una división jerárquica cuatripartita, basada en la oposición entre el mundo inteligible y el mundo sensible: Dios – Ideas –  idos  – mundo sensible. Si la adición del sexto modo, como grado inferior del ser, es fácilmente explicable desde una perspectiva ontológica, no ocurre lo mismo con el primero. Pero precisamente, las indicaciones que aporta Séneca sobre el tema no son de orden ontológico sino de orden lógico (Quod generaliter est... sub oculos non uenit. Animal non uidetur: cogitatur) . Es cogitabile como primum genre. Y, en efecto, para los estoicos los géneros son puros objetos del pensamiento, mientras que las especies o individuos son realidades sensibles .


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François-Régis Chaumartin
Sénèque et le platonisme (à propos des lettres 58 et 65)
Vrin, Contre Platon, vol. 1
Traducido: Yerko Isasmendi



1) οἱ ὀρθῶς φιλοσοφοῦντες ἀποθνῄσκειν μελετῶσι – “Quienes, en el sentido estricto del término, se dedican a filosofar, practican la muerte” (Fedón, 67 e). Platón proclama: sapientis animum totum in mortem prominere, hoc uelle, hoc meditari, hac semper cupidine ferri in exteriora tendentem – “Por eso proclama Platón que el alma del sabio se precipita toda hacia la muerte, es el objeto de su voluntad, es el objeto de su meditación, es el deseo constante que lo lleva fuera del mundo” (Cons. a Marcia, 23,2). Véase A. Setaioli, Seneca e i Greci, Citazioni e traduzioni nelle opere filosofiche, Bolonia, 1988, pág. 122 ; en este mismo libro, pág. 126-140, se presenta un resumen crítico de las diversas interpretaciones propuestas para las dos cartas y sus fuentes.
2) Platón, Apol. de Sócrates , 40-41. Contras. A Marc. , 19, 4 ; Contras. al Pol. , 9, 2 ; véase L.A. Seneca, I dialoghi,, vol. sec., Milán, 1990, ed. G. Viansino, con comentario, pág. 518-519; Véase también, por ejemplo, R. Hoven, El Stoïcisme et Stoïciens face au problème de l’au-delà, París, 1971, pág. 114.
3) Platon, Rép., VI, 496c-d ; Sénèque, De otio, 3, 3. Véase L.A. Seneca, De otio, éd. I. Dionigi, Brescia, 1983, 83-86 ; en outre, I. Dionigi, Seneca, De otio, 3, 3 e Platane, Respublica, 496c-d : analogia o dipendenza ?, Studi Pasoli, Bologna, 1981, 23-45.
4) Sex modis hoc [sc. quod est] a Platane amicus noster, homo eruditissimus, hodierno die dicebat – – “Este ser es dicho por Platón de seis modos, dijo ayer nuestro amigo, hombre de muy grande cultura” ( Ep.  58, 8). Como se ha observado a menudo y a pesar de algunas opiniones en contra, la hipótesis planteada por E. Bickel, según la cual el amicus mencionado en la Carta 58 era un liberto encargado por Séneca de proporcionarle información bibliográfica, no está sólidamente fundada (E. Bickel, "Senecas Briefe 58 und 65. Das Antiochos-Poseidonios Problem", Rh. M. , 1960, p. 7-8).
5) Ep.58  , 8-15.
6) Primum illud “quod est” nec uisu nec tactu nec ullo sensu comprenditur: cogitabile est  – “el primer ser no se capta con la vista ni con el tacto ni con ningún otro sentido: es objeto del pensamiento” ( Ep.  58, 16). Secundum ex his quae sunt ponit Plato quod eminet et exsuperat omnia ; hoc ait per excellentiam esse [...] Quid ergo hoc est ? deus scilicet maior ac potentior cunctis – “Como segundo ser, Platón pone al que sobrepasa y domina a todos; dice que es el ser por excelencia [...] ¿Qué es, pues, este ser? Evidentemente, Dios, mayor y más poderoso que todos” (Ep. 58, 17). Tertium genus est eorum quae proprie sunt ; innumerabilia haec sunt, sed extra nostrum posita conspectum [...] Propria Platonis supellex est : “ideas" uocat, ex quibus omnia quaecumque uidemus fiunt et ad quas cuncta formantur. Hae immortales, immutabiles, inuiolabiles sunt. Quid sit idea, id est quid Platoni esse uideatur, audi : “idea est eorum quae natura fiunt exemplar aetemum”. Adiciam definitioni interpretationem [...] Volo imaginem tuam facere. Exemplar picturae te habeo, ex quo capit aliquem habitum mens nostra quem operi suo imponat ; ita illa quae me docet et instruit faciès, a quo petitur imitatio, idea est –– “El tercer tipo incluye aquellos que son seres en sentido propio: son innumerables pero están situados fuera de nuestra vista [...] Este es el conjunto de herramientas intelectuales particulares de Platón: las llama “ideas”; De ellos está hecho todo lo que vemos, de ellos están formadas todas las cosas. Son inmortales, inmutables, inalterables. Escuchemos lo que es la idea, es decir, lo que para Platón es el ser: “la idea es el modelo eterno de lo que se hace en el universo”. Añadiré una explicación a la definición [...] Quiero pintar tu retrato. Eres el modelo de mi pintura, del cual mi mente capta un diseño para plasmarlo en su obra; Así pues, la figura que me guía y me conduce, que trato de imitar, ésta es la idea» ( Ef.  58, 18 19). Quartum tocum habebit idos [...] Paulo ante pictoris imagine utebar Ille cum reddere Vergilium coloribus uellet, ipsum intuebatur. Idea erat Vergilii faciès, futuri operis exemplar ; ex bac quod artifex trahit et operi suo imposuit, idos est [...] Alterum exemplar est, alterum forma ab exemplari sumpta et operi imposita ; alteram artifex imitatur, alteram facit – « L’idos tiendra la quatrième place–  [...] Un poco antes hice una comparación con el pintor. Este último, cuando quiso representar a Virgilio con colores, lo miró. La idea fue la figura de Virgilio, modelo de la futura obra; lo que el artista extrae de él y reproduce en su obra es el ídolo.[...] Uno es el modelo, el otro la forma tomada del modelo y reproducida en la obra” ( Ep.  58, 20-21). Quintum genus est eorum quae communiter sunt ; haec incipiunt ad nos pertinere ; hic sunt omnia, homines, pecora, res. Sextum genus est eorum quae quasi sunt, tanquam inane, tanquam tempus – « Le cinquième genre comprend les étants au sens courant ; ceux-ci commencent à nous regarder ; ici, il y a tout, hommes, bétail, objets. Le sixième genre comprend ceux qui sont pour ainsi dire des étants, comme le vide, comme le temps ( Ep.  58, 22). Para las nociones de género y especie, Séneca invocó expresamente la autoridad de Aristóteles ( Ep.  58, 8-10). Aquí utiliza género como sinónimo de modus, como también en el párrafo 8, donde la palabra se refiere a Platón. De hecho, modus es también una noción aristotélica (en griego, τρόπος), véase E. Bickel, art. citado, pág. 1, con referencias a Aristóteles, Meta. , 9, 1, 1051a17 y Pol. , 3, 6, 1278b31. 
7) τί τὸ ὂν ἀεί, γένεσιν δὲ οὐχ ἔχον, καὶ τί τὸ γιγνόμενον μὲν ἀεί, ὂν δὲ οὐδέποτε ; τὸ μὲν δὴ νοήσει μετὰ λόγου περιληπτόν, ἀεὶ κατὰ ταῦτα ὄν, τὸ δ’αὖ δόξῃ μετ’ αἰσθήσεως ἀλόγου δοξαστόν, γιγνόμενον καὶ ἀπολλύμενον, ὄντως δὲ οὐδέποτε ὄν – "¿Qué es entonces el ser eterno que no nace, y qué es el que siempre nace y nunca es? El primero es aprehendido por el intelecto y el razonamiento, porque es constantemente idéntico. En cuanto al segundo, es objeto de la opinión unida a la sensación irracional, porque nace y muere pero nunca es realmente" (Timeo, 27d-28a). Contra W. Theiler (Die Vorbereitung des Neuplatonismus, Problemata, 1930, 1-60), E. Bickel ha demostrado claramente que "quod est" no puede traducir οὐσία, que Séneca traduce como essentia, un término tomado de Cicerón y Fabiano, mientras que reserva "quod est" para la traducción de τὸ ὄν.
8) Nihil autem ad rem pertinet utrumforis habeat exempta ad quod referai oculos an intus, quod ibi ipse concepit et posuit. Haec exemplaria rerum omnium deus intra se habet numerosque uniuersorum quae agenda sunt et modos mente complexus est ; plenus est his figuris quas Plato « ideas » appellat – « Pero no tiene importancia si tiene un modelo fuera de sí mismo para mirar o si lo tiene dentro de sí mismo y lo ha diseñado y puesto en marcha él mismo. "Dios posee dentro de sí los modelos de todas las cosas, y su mente ha captado las relaciones numéricas y modalidades de todo lo que debe crear» (Ep. 65, 7).
Τὰ παραπλήσια δὴ καὶ περὶ θεοῦ δοξαστέον ὡς ἄρα τὴν μεγαλόπολιν κτίζειν διανοηθεὶς ἐνενόησε πρότερον τούς τύπους αὐτῆς, ἐξ ὧν κόσμον νοητὸν συστησάμενος ἀπετέλει καὶ τὸν αἰσθητὸν παραδείγματι χρώμενος ἐκείνῳ – Así pues, aproximadamente, debemos considerar a Dios: que, habiendo decidido fundar la gran ciudad, concibió primero los tipos a partir de los cuales realizó, ajustándolos, el mundo inteligible para producir a su vez el mundo sensible, tomando como modelo el primero» (Filón de Alejandría, De opiftcio mundi, 19).
εἴτε γὰρ νοῦς ὁ θεὸς ὑπάρχει εἴτε νοηρόν, εἴσιν αὐτῷ νοήματα καὶ ταῦτα αἰωνία τε καὶ ἄτρεπτα εἰ δὲ τοῦτο εἴσι αἱ ἰδέαι – « ya sea Dios un espíritu o un ser pensante, tiene pensamientos y estos pensamientos son eternos e inmutables; si es así, existen ideas.» (Albinos, Didaskalikos, IX, 3).
ἑαυτὸν ἂν οὖν καὶ τὰ ἑαυτοῦ νοήματα ἀεὶ νοοίη καὶ αὕτη ἡ ἐνέργεια αὐτοῦ ἰδέα ὑπάρχει – «Esta inteligencia debe, pues, concebirse siempre a sí misma al mismo tiempo que concibe sus propios pensamientos, y su acto mismo es la idea» (Albinos, Didaskalikos, X, 3).
Idea intellectus dei est aetemus aetemi – "la idea es el pensamiento eterno de un Dios eterno" (Calcidio, Com. al Timeo, 336); idea [...] perfectus intellectus dei – “la idea del pensamiento perfecto de Dios» (ibid., 363, 7).

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