¿El renacimiento de la tradición de las mujeres eruditas?



En un pequeño patio de una mezquita en la región musulmana más poblada de China, Jin Meihua conduce a otras mujeres en la oración y zirk.

Todos los días, Jin Meihua de 44 años de edad, se pone una bata negra y un pañuelo violeta, y predica a decenas de mujeres en la mezquita, en la región autónoma de Ningxia Hui, al noroeste de China, donde la mayor de la minoría étnica Hui es muslmana.

«Sentía que no podía ser una verdadera musulmana si yo no entendía el Islam. Ansiaba el conocimiento, así que me fui a ver al imam y le pedí permiso para estudiar en la mezquita», dijo.

«Sólo había hombres allí, y ninguna mezquita para las mujeres. Él dijo que sería difícil, pero después de un año de estudio, tengo el apoyo de los otros imanes y de la comunidad».

Jin tiene una vida rutinaria. «A menos que asista a funerales, siempre me quedo en la mezquita, enseñando el Corán a las mujeres musulmanas».

Ella es una mujer imām o "Ahong", se pronuncia ah-hung, que viene de la palabra persa "ajund" para "los sabios, eruditos, doctos." En China, una mujer imām es una innovación, a pesar de ser poco frecuente en los países árabes.

Jin tiene 15 estudiantes, en su mayoría personas de mediana edad y de edad avanzada. Ellas aprenden lentamente y necesitan dos años para comprender  "El Santo Corán."

«Muchas mujeres musulmanas no tienen el beneficio de una escuela. A pesar de que son musulmanes, no saben nada sobre el Corán. Quiero enseñarles las Sagradas Escrituras y espero que puedan ser inspiradas y pensar de manera independiente», dijo.

«Las mujeres Ahong son los más calificados para hacer esto, ya que pueden comunicarse con los fieles mujeres de maneras que los hombres ahongs no pueden».

Ya en la última dinastía de Ming (alrededor del siglo XVII), los fieles habían establecido escuelas musulmanas en todo el país. Estas se convirtieron en mezquitas para mujeres,  dirigidas por mujeres imanes a finales de la dinastía Qing (alrededor del siglo XIX).

La práctica de las imames mujeres luego se extendió a todas las sociedades musulmanas chinas, dijo Shui Jingjun, investigador de la Academia Provincial de Henan de Ciencias Sociales.

En la Revolución Cultural (1966-1976), la religión fue prohibida. Esta prohibición se levanto en los años 1980, aumentando el número de budistas, taoístas, musulmanes y cristianos, entre otros. El impulso dado por el gobierno por la igualdad de género ayudó a ampliar el papel de las mujeres musulmanas.

Sin embargo, las mujeres imames de China no son iguales a los líderes de la oración masculinos. No conducen el Salah - las cinco oraciones diarias consideradas entre las obligaciones musulmanas más importantes. Las oraciones son canalizadas a través de los altavoces a las mezquitas femeninas de las mezquitas masculinas cercanas.

Aún así, las imames mujeres guían a otras en la adoración y son las líderes espirituales para las mujeres en sus comunidades. En las mezquitas femeninas, las mujeres musulmanas pueden aprender el Corán y las doctrinas islámicas, así como la lengua árabe.

«La aparición de las mezquitas femenina y las imames ha satisfecho la demanda de las mujeres musulmanes por el conocimiento y la armonía religiosas promovidas en la sociedad musulmana», dijo Hei Fuli, vice presidente de la Asociación Islámica de Ningxia.«Las enseñanzas del árabe también han enriquecido sus vidas».

Actualmente, Ningxia tiene más de 80 imames mujeres. Hay más de 3.600 mezquitas registradas y 6.000 ahongs en la región, dijo.

A diferencia de la mayoría de sus compañeros de clase que fueron a las zonas costeras como traductores, Zhao Dongmei, de 21 años, un graduada de la Escuela de Idiomas Árabe Tongxin County en 2005, optó por ser una mujer imām en el Distrito deYuanzhou, de la ciudad de Guyuan, donde casi la mitad de la población es musulmana.

La chica tímida con un pañuelo malva y un par de gafas, recibió su certificado de imām expedido por la asociación islámica local antes de la graduación. Ella se convirtió en una  imām en una mezquita para mujeres un mes después de su matrimonio.

«Enseño a 10 niñas árabes y las escrituras islámicas. Todas ellas vienen del campo», dijo Zhao, quien agregó:«Ellas pueden continuar sus estudios, ya sean para ser traductoras o difundir lo que han aprendido en sus pueblos».

«Estos sitios dirigidos por mujeres para mujeres, no son supervisados ​​por líderes religiosos masculinos», dijo María Jaschok de la Universidad de Oxford y agregó: «Son independientes, incluso autónomos. Esto  no es el caso en cualquier otro lugar en los países musulmanes».

El estricto control de Pekín sobre la prácticas religiosas, significo que los musulmanes chinos fueran  aislados de las tendencias que barren a través del resto del mundo islámico.

Según el Dr. Jaled Abou El Fadl de la Universidad de California en Los Angeles, esto significa que las tradiciones antiguas como de las juristas mujeres - que han desaparecido en otro lugares - han continuado en China y agregó que «las nuevas sectas literalistas y extremas no han sido capaces de penetrar en zonas como China y establecer su credo puritano allí. Eso es algo bueno, ya que significa que tal vez desde los confines del Islam podría volverse a encenderse la gran tradición de mujeres juristas».

Ma Hongmei, una madre de 30 años de edad, dice que lo que ha aprendido en la mezquita de las mujeres ha ayudado a convertirse en una mejor musulmana. «Me abrió los ojos y amplió mis horizontes. Ayudó a mi familia y me dio un marco moral para educar a mis hijos», dijo.

«¿Seguramente hay imames femeninas en otros países?» ella respondió, cuando le dijeron que el sistema chino era inusual.



Yerko Isasmendi

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