La piedad de los estoicos



«Si fuera un ruiseñor, haría el trabajo de un ruiseñor, y si fuera un cisne, el de un cisne. Pero tal como es, soy un ser racional, y debo cantar las alabanzas de Dios» 
[Epicteto, Discursos 1.16-20]

Como escribí en una publicación anterior, muchas personas introducidas al estoicismo por los divulgadores del siglo XXI están sorprendidas por la naturaleza religiosa de la filosofía estoica y la profunda piedad religiosa de los estoicos. Asimismo, desconocen que numerosos estudiosos a lo largo de la historia han considerado el estoicismo como una filosofía religiosa o incluso como una religión personal[1]. Mi publicación anterior sobre La Naturaleza Religiosa del Estoicismo proporcionará una introducción para aquellos interesados ​​en este tema.

Si bien el estoicismo nunca fue una religión en el sentido moderno, con templos y altares, su naturaleza espiritual evocaba reverencia y piedad en los antiguos. Esta piedad personal es más evidente en los estoicos romanos. Sin embargo, este “vivo sentido religioso” estaba allí desde la fundación de la Stoa y ya encontraba “plena expresión en el conocido Himno a Zeus”[2]

En la siguiente serie de publicaciones, resaltaré la concepción estoica de lo divino que se encuentra en los escritos de Séneca, los Discursos y el Manual de Epicteto y las Meditaciones de Marco Aurelio. Esto les dará a los lectores la oportunidad de ver lo que cada uno de estos estoicos tenía que decir sobre la divinidad del cosmos y su implicación para vivir una vida excelente de acuerdo con la Naturaleza. Para aquellos interesados ​​en este aspecto del estoicismo, recomiendo comenzar con mi publicación anterior sobre la naturaleza religiosa del estoicismo en los enlaces a continuación. Esta publicación servirá como tabla de contenido para la serie y agregaré enlaces para los temas restantes a medida que se publiquen.



Christopher Fisher
Traducción: Yerko Isasmendi

Notas

1) Aquellos interesados ​​en hacer su propia investigación sobre el tema encontrarán numerosas referencias académicas en mi artículo sobre La Naturaleza Religiosa del Estoicismo 
2) Reale, G., & Catan, JR (1985) El sistema de la época helenística . Albany: Universidad Estatal de Nueva York, pág. 247

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