El Camino de la Espada


Abú Temman-Habib: “Su resplandor comunica a los párpados el temblor de las alas del pájaro; es una antorcha llameante que el ojo no puede contemplar

El camino de la Espada es la vía a la ascética guerra; al adiestramiento de la voluntad y al dominio de si mismo. La espada como medio y portal para llegar alcanzar el “vacuum”, el vació, que no es ausencia, sino la receptividad critica y activa; en la cual, logramos proyectarnos fuera del tiempo temporal, a un no tiempo, en el cual, somos participes de la inmutabilidad. Como canto el poeta Tarafa “ ... yo soy invencible tan pronto como mi mano empuña esta espada ...”

La espada como símbolo de esa voluntad de trascendencia en la cual, logramos desalojar, expurgar nuestras mentes de miedos, creencias e ideas, que son hijas de la apariencia, de la errónea percepción de nuestras mentes; para quedar como receptáculos prístinos en los cuales, una fuerza, una voluntad que va más allá de nosotros, se pueda manifestar. El poeta Wakedi, nos ilustra esta idea. “… nosotros somos el pueblo cuyas espadas no se embotan jamás…

Dicha cualidad de vació, es el preludio necesario para la pobreza espiritual; pues este vació pide ser llenado. Este vació, contenedor y sustento; lugar de extinción y de epifanía.

Algún espacio vacío en el que pueda entrar otro?
Pues soy el Interior de la Esencia Misma
Šayj Ahmad Al-‘Alawî

A este respecto conviene recordar las palabras de ‘Alî ibn al-Fârid quién dijo: “avanza hasta la Verdad de la Certidumbre, más allá de lo que otros te enseñen, y más allá de tu propia mente, que es un obstáculo”, razón por la cual, este “vació mental”, nos permite acceder, no al conocimiento (pasajero y cambiante), sino a la sabiduría, que como lo señala Motenabbi “Su filo ve lo más profundos repliegues del corazón”.

Seria conveniente citar un tratado de Takuan, gran maestro del Zen, titulado "La aprehensión inmutable", en donde se expone detalladamente la relación entre el Zen y el arte de la espada, se nos indica que la consumación de dicho arte consiste en despojar al corazón y a la mente de todo pensamiento, pues luego todo es vacío “tú mismo, la espada que se blande y los brazos que la manejan. Más aún, hasta la idea de vacío ha desaparecido. De ese vacío absoluto surge el milagroso despliegue de la acción".

La espada es un símbolo como todo, una resonancia, un eco, una imagen de realidades que nos trascienden, su doble filo simboliza la unión de las polaridades, pues la espada es un símbolo solar - viril, a la vez que lunar y femenino; símbolo de la “dama” amada y presentida, pero nunca besada, al cual el caballero dedica su vida y su amor; polaridad que tiende a unirse, a fusionarse en la cúspide, en dirección al cielo. La empuñadura y el mango; sustento y camino de la reintegración.

Mi sable! Tu hoja es tan dulce de acariciar como el brazo de una doncella. Tu empuñadura tiene la suavidad de un fruto. Tu curva es como un pedazo de luna”.

…que mujeres poseen … miradas más excitantes y esplendorosas que el fulgor de nuestras espadas…” (Cantos de Amor y de Guerra en el Islam, el poeta Tarafa)

Evola, en su “Metafísica de la Guerra”, nos recuerda que el camino de la espada es “vía de realización sobrenatural y de inmortalización para el héroe”, y que el heroísmo es un “desencadenamiento que conduce a la supra-vida y a la supra-personalidad”. Ya estos conceptos estaban en latencia en las palabras del poeta Said Ibn Adia: “Nosotros no conocemos más que un camino: es recto, como el filo de nuestras espadas”.

Abú Temman-Habib: “¡desdichada seas, alma mía, si te estremeces de miedo ! sé, pues, en el campo de batalla, valerosa e inquebrantable”

Evola nos precisa que el combate en el Islam es por la "Vía de Dios" estando por ende la espada, al servicio de Dios. En este punto, no podemos dejar de mencionar la famosa espada de Hazrat´Alî (karamallahu wayha), Zulfiqar, pues ella es el símbolo del triunfo de la luz de Dios sobre la oscuridad de la ignorancia y del mal. Recordemos que el significado literal de Zulfiqar es “limpia de espinas”; significado muy esclarecedor; siendo a menudo en algunos medios asociada su punta dual como símbolo del poder de distinción entre lo recto y lo incorrecto” ó como el símbolo de “aquel que distingue lo halal de los haram”.

"La fatà illa Ali, la saif illa Zulfiqar"
(no hay héroe mejor que ´Alî, ni espada mejor que Zulfiqar)

Por último me permitiré citar algunas líneas de un poema “La espada de Hazrat´Alî (karamallahu wayha) ” de Rumî:

‘Ali respondió: “Saco mi espada por el hubb (amor) de Al-lâh.
Soy Su ‘abd; no obedezco al cuerpo.
Soy un león de Al-lâh; no soy el león de la pasión.
Mi acción testifica mi din.
En la lucha, manifiesto lo que dice el Corán
‘No eras tú quien lanzaba las flechas’:
Yo soy la espada, pero el que la desenvaina es el Sol.
Estoy colmado de perlas de la unión, como una espada de orfebrería.
En el combate, cosecho vivos, no muertos.
La sangre no empaña el brillo de mi espada
¿Cómo se podría llevar el viento mis nubes?


Yerko Isasmendi


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